El fin del mundo como destino turístico: los casos de Finisterre (Galicia) y Tierra del Fuego (Río Grande)

NIEVES HERRERO PÉRREZ; MÓNICA SALEMME

Barcelos, Portugal

Jornada; I Jornadas Internacionais Vestígios do Passado/First International Congress Vestiges of the Past; 2005

AGIR - Associaçao para a Investigaçao e Desenvolvimento Sócio-Cultural

RESUMEN: En el contexto mundial actual el turismo se está convirtiendo en un sector económico fundamental   para muchos países que compiten en la oferta de destinos y para los cuales la diferenciación se presenta como una estrategia obligada. La nuevas formas de turismo ofrecen como recursos importantes para esta diferenciación el patrimonio natural y/o cultural que conservan estos destinos. Esta situación se da en un mundo globalizado pero también de diferencias económicas entre países de modo que, en muchos casos, los países destino son países o regiones más pobres o periféricos que ofrecen a aquellos más desarrollados, de los que proceden mayoritariamente los turistas, elementos que se han o se sienten  perdidos. Las construcciones de destinos  pueden ser vistas por tanto  en relación a los procesos de “espacialización social”  (R. Shields, 1991) que tienen lugar en el contexto de las dinámicas de movilidad que produce la globalización y que da lugar a estrategias de diferenciación por medio de la “construcción del espacio y de sus significados cualitativamente” (D. Harvey, 1989). Nuestra comunicación aborda el estudio de dos destinos muy diferentes desde el punto de vista de los contextos geográfico, histórico y económico en los que se inscriben pero que utilizan un mismo elemento patrimonial como es su configuración histórica como Finisterres o Fines del Mundo. Se trata de la comarca de Fisterra en Galicia (España) y la región de Tierra de Fuego en la Patagonia (Argentina). El término hace referencia en ambos casos a una relación de límite, de periferia y marginalidad con respecto al centro de un espacio hegemónico global. Hoy es una nueva globalidad la que permite también dar un nuevo sentido a este nombre y construir de un modo cualitativamente diferente este espacio. La comunicación estudiará comparativamente ambos casos mostrando que si bien las condiciones para su puesta en valor son resultado del marco general en el que se desarrolla el turismo en occidente, la implementación y desarrollo de esta puesta en valor debe ponerse más directamente en relación con  las condiciones históricas que configuraron ambos espacios, así como por el contexto socio-político actual en el que se inscriben. Tomaremos en cuenta los siguientes aspectos: la configuración histórica de ambas representaciones del fin del mundo y los elementos tanto semejantes como diferentes que las conforman; los elementos de esa historia que adquieren valor en el contexto de las nuevas formas de turismo; los contextos económicos y turísticos diferenciales que impulsan la puesta en valor; los elementos que se ponen en valor y las narraciones, intervenciones, musealizaciones y, en general, los procesos de producción cultural a que dan lugar; la intervención de la población local y la importancia que poseen estos elementos en la configuración de las identidades.