Movimientos de roedores silvestres a través de caminos rurales en agroecosistemas del sur de la provincia de Córdoba, Argentina.

ANDREA R. STEINMANN; SOMMARO LUCÍA; CHIAPPERO MARINA; JOSÉ PRIOTTO

Gramado, Brasil

Congreso; I Congreso Sudamericano de Mastozoología; 2006

SAREM, SBMz, UFRGS, Asociacion Boliviana de Investigadores de Mamíferos, Mamiferos RS

El objetivo de este trabajo fue determinar si los caminos inhiben los movimientos de roedores a través de los mismos. Para ello en caminos rurales de agroecosistemas del sur de Córdoba, en diferentes estaciones del año, se instalaron dos transectas de 3400m en dos bordes opuestos de un camino de 7m de ancho y sin cobertura vegetal en la localidad de Chucul. Cada transecta estuvo constituida por cinco líneas de 30 trampas de captura viva tipo Sherman situadas cada 10m. Las líneas estuvieron separadas por 500m. Los animales fueron censados por un sistema de CMR. Se realizaron muestreos semanales en primavera de 2005, verano y otoño de 2006. Los animales capturados fueron identificados por especie, medidos y sexados, registrándose su estado reproductivo. Para su identificación se los marcó con clave numérica en sus pabellones auriculares. Los cruces del camino entre dos líneas opuestas se registraron a partir de las recapturas de individuos. Para el análisis de los resultados se utilizaron pruebas no-paramétricas de Kruskal-Wallis ANOVA. A lo largo del estudio en la transecta A se capturaron 145 Akodon azarae, 114 Calomys musculinus, 108 C. venustus, 36 Oligoryzomys flavescens, 16 C. laucha y 13 Oxymycterus rufus, y en la transecta B un total de 138 A. azarae, 76 C. musculinus, 156 C. venustus, 40 O. flavescens, 5 C. laucha y 44 O. rufus. Sólo se registró un 4% de cruces en A. azarae, un 3% en C. venustus y un 2% en C. musculinus. El número de cruces fue independiente de la estación (P = 0,4602) y de la especie (P = 0,1505). A. azarae registró cruces en ambos sexos, en C. venustus sólo cruzaron hembras y en C musculinus sólo machos se movieron a través del camino entre bordes opuestos. Los caminos representarían una barrera física a los movimientos normales de los roedores. Esto podría deberse a un aumento en el riesgo de prelación de los mismos en relación a las características fisonómicas de los caminos.