INVESTIGADORES
SCANFERLA Carlos Agustin
congresos y reuniones científicas
Título:
La fauna de serpientes del Eoceno de Messel: una ventana a la evolución temprana de las serpientes avanzadas (Alethinophidia-Booidea)
Autor/es:
AGUSTÍN SCANFERLA; KRISTER SMITH
Lugar:
La Rioja
Reunión:
Jornada; XXXVI Jornadas Argentina de Paleontología de Vertebrados; 2023
Resumen:
Las especies de la superfamilia Booidea (boas, anacondas, boas arcoiris, boas de arena) conforman uno de los clados más carismáticos de serpientes dada la asombrosa variedad de morfologías que presentan las 68 especies descriptas. En todo el mundo, el registro fósil de booideos está representado por una gran cantidad de especímenes, la inmensa mayoría de los cuales son vértebras aisladas. El Konservat-Lagerstätte de Messel, cerca de Frankfurt am Main (Alemania), es un yacimiento declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO y famoso por sus fósiles de plantas, invertebrados y vertebrados excepcionalmente conservados, que habitaban una pequeña cuenca lacustre bajo un ambiente cálido y húmedo hace 47 millones de años. Entre los especímenes de reptiles escamados recuperados en Messel hay un gran número de esqueletos de serpientes, de los cuales hasta el momento han sido identificadas cinco especies. Messelophis variatus, Rageryx schmidi y Rieppelophis ermannorum eran pequeñas serpientes (400-800 mm de longitud corporal) conocidas a partir de decenas de especímenes. El esqueleto de estas pequeñas serpientes indica claramente que ocuparon distintos macrohábitats, desde el superficial/arbóreo (M. variatus) hasta el criptozoico (R. ermannorum, R. schmidi). Un notable espécimen de Messelophis variatus contiene restos de embriones avanzados, constituyendo así el primer registro fósil de viviparismo en serpientes. Otra especie es Eoconstrictor fischeri, una serpiente de gran tamaño (adultos de aproximadamente 2 metros de longitud). Una revisión completa de varios especímenes, incluyendo nueva información proporcionada por los datos de µCT, indican que E. fischeri se encuentra relacionada a las boas Neotropicales (Boinae), indicando así un escenario biogeográfico complejo para este grupo de serpientes avanzadas. Para esta especie hemos podido inferir la presencia de órganos de detección infrarroja alojados en la región supralabial. Un espécimen juvenil de E. fischeri contiene un lagarto iguánido dentro de la cavidad corporal y en cuyo estómago hay a su vez un insecto. Se trata del segundo fósil vertebrado conocido que contiene pruebas directas de tres niveles tróficos y el primer indicio de un cambio dietario ontogenético al igual que en especies de boas actuales. Cierra el elenco de la ofidiofauna de Messel la serpiente arborícola Palaeopython schaali, cuyas afinidades con los Pythonoidea actuales ponemos en duda gracias a nuevos especímenes. Así, la exquisita preservación y abundancia de los especímenes recuperados convierten a Messel en un yacimiento excepcional para conocer las etapas evolutivas tempranas de las serpientes avanzadas.