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El Arroyo Las Aguadas atraviesa en su recorrido a las localidades de Icho Cruz y Cuesta Blanca, en el Sur de Punilla. Su ribera constituye un espacio potencial de recreación comunitaria cuyo uso por los habitantes locales se encuentra limitado dadas las condiciones que presenta actualmente. Los principales problemas son la acumulación de residuos sólidos urbanos, efluentes domésticos e invasión de especies exóticas. Su estado sanitario constituye un riesgo para la salud de los habitantes, disminuye la calidad y cantidad del agua que aporta al Río San Antonio y afecta gravemente al ecosistema y los organismos que habitan en él. Esta situación se viene agravando por el crecimiento urbano que se ha dado en sus márgenes en los últimos años. En este contexto, el proyecto está atravesado por dos ejes complementarios: uno ligado a la restauración ambiental y el otro asociado a la participación ciudadana en relación a los espacios públicos. De ambos ejes se desprenden los siguientes objetivos: (1) Concientizar a la población local de las problemáticas ambientales asociadas al estado de degradación de la ribera del Arroyo Las Aguadas. (2) Reflexionar acerca de los riesgos para la salud comunitaria que provoca el estado actual del arroyo. (3) Valorar el uso de áreas naturales como espacios públicos de recreación. (4) Restaurar algunos componentes del ecosistema original del arroyo, como la vegetación nativa. (5) Promover actividades que involucren a la comunidad y sus instituciones en procesos de revalorización y preservación de los recursos naturales locales. Actualmente el proyecto se está implementando a través de dos instancias: por un lado, un espacio de indagación, reflexión y análisis de la situación del arroyo a través de talleres con los pobladores; por otro lado, una serie de actividades concretas en el área a restaurar involucrando a vecinos e instituciones locales. A través de los talleres participativos realizados hasta el momento se han identificado algunas representaciones arraigadas en los pobladores que se considera necesario revertir, entre las más relevantes se encuentran las siguientes: - La concepción de los espacios verdes como lugares parquizados que deben responder a estándares propios de la jardinería tradicional, frente a una desvalorización de los recursos naturales propios de la región (flora, fauna, etc.). - La dificultad para reconocer los espacios públicos como bienes colectivos que dependen del accionar de una pluralidad de actores y que involucran necesariamente una búsqueda de consensos entre los ciudadanos. - La concepción meramente paisajística de los espacios verdes y la dificultad de percibirlos como lugares estratégicos que aportan servicios ambientales fundamentales en zonas urbanizadas. Dada la zona de implementación, el proyecto contempla innovaciones en diversos aspectos. Plantea la creación de un espacio de recreación comunitario a partir de la restauración de un área natural, en contraposición a lo que normalmente se hace para generar un espacio verde que es la transformación de un área natural en una parquización. Además, no existen en la región experiencias similares de recuperación de riberas en cursos de agua urbanos, sólo se parquizan las márgenes y se invierte en infraestructura pensada para atraer turistas en lugar de pobladores. Cabe destacar que este tipo de experiencias ya están resultando exitosas en otras partes del mundo donde se ha logrado la mejora de la calidad de vida de los habitantes y una reducción en los costos de potabilización del agua por filtración con vegetación nativa. En la región sur de Punilla donde se realizará el proyecto existen numerosos cursos de agua similares al que se restaurará, por lo que los logros que lleguen a obtenerse podrían replicarse en experiencias futuras.

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