INVESTIGADORES
RAMOS Ana Margarita
congresos y reuniones científicas
Título:
Los orígenes compartidos: el ‘ser aborigen’ y el ‘ser argentino’
Autor/es:
RAMOS, ANA
Lugar:
Rosario
Reunión:
Jornada; III Jornadas de Etnolingüística. Departamento de Etnolingüística; 1999
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Rosario
Resumen:
En el presente trabajo expongo las conclusiones del análisis sobre los usos del pasado (Brow 1990, Golluscio 1993, Briones 1994) en la Colonia Mapuche Cushamen (provincia de Chubut). Historias que se contradicen, complementan y explican mutuamente en sus esfuerzos por explicar la subordinación y la autonomía del grupo que las ejecuta. Los mismos procesos que han convertido a este grupo en un contingente subordinado al Estado Nación intervienen en la complejidad que subyace a la práctica social de “contar historias” entre los mapuches de Cushamen. En este marco surgen las preguntas que nos convocan: ¿Cómo se selecciona una tradición histórica cuando, por un lado, es necesario legitimar las tierras otorgadas en nombre de las buenas relaciones y la incorporación de sus pobladores como ciudadanos argentinos, y por otro, es imperante en la actualidad encauzar la lucha en términos de Aboriginalidad (Beckett 1988, Briones 1998)? ¿Cómo interpretar los hechos históricos cuando las prerrogativas en torno a la legitimidad de las tierras recae en una incorporación al Estado Nación diferencial con respecto a “otros indígenas” y las prerrogativas en torno a la ilegitimidad de los “blancos usurpadores” en la Colonia se basa en hacer visible la condición de aborigen homogénea y stándard propiciada por el Estado Nación? Con el propósito de responder estas preguntas he dividido analíticamente las interpretaciones históricas ejecutadas en Cushamen en dos tipos de narrativa: la “narrativa fundacional” y la “narrativa de las injusticias”. Mi interés reside en identificar el modo en que estas narrativas sobre el pasado recrean el orden social actual y modelan los procesos de comunalización. Específicamente, es “fundacional” cuando el criterio fáctico preponderante de selección-organización consiste en la obtención de las tierras de la Colonia Cushamen por parte del cacique Ñancuche -que, en consecuencia, es construido como el “fundador”. Es decir, las acciones de este cacique son descriptas, valorizadas y jerarquizadas de acuerdo con la obtención posterior del decreto de tenencia de las tierras. La “narrativa de las injusticias” narra principalmente los enfrentamientos entre los winkas y los aborígenes, los éxodos pasados y los latentes, las injusticias sufridas por los “antiguos” y por los pobladores actuales. Estos dos ejes narrativos determinan los puntos de vista de las historias y la actualización de determinados modelos paradigmáticos para pensar lo “propio” y lo “ajeno”. La primera de estas narrativas se inaugura cuando el cacique Miguel Ñancuche rescata al perito Moreno; luego prosigue con el evento en el que Ñancuche se “entrega” y decide hablar con las autoridades, y al hacerlo se “equivoca” de gobierno; continúa con su participación en el ejército nacional y finaliza con los viajes a Buenos Aires y el otorgamiento de las tierras realizado por el presidente Roca. En la narrativa de las injusticias el marco temporal es más amplio: los inicios de la historia se encuentran en una época de prosperidad lejana, en la que el blanco aún no era partícipe. La historia prosigue con la primera intervención del blanco y la “disparada” -el éxodo- a las tierras de Cushamen, donde comienza una segunda etapa que en los relatos es efímera. El acento está puesto en el enfrentamiento y la intranquilidad, por lo tanto los períodos de éxodo son más constantes y duraderos. Es entonces cuando comienza el éxodo de Cushamen: alambrados y desalojos continúan en el presente. Este éxodo se define a dos niveles diferentes de realización: por un lado, el acontecido -en el que las historias individuales constituyen la prueba del mismo- y por otro, el potencial -en el que la amenaza de una huida futura recae en toda la “comunidad” .