Presentación de la película AGUA CON SAL

ANA IRENE ROVETTA CORTES

Madrid

Seminario; Seminario Permanente sobre Cine y Derechos Humanos; 2011

Universidad Complutense de Madrid

La vinculación entre la persona que migra (llamémosla inmigrante, extranjera, extracomunitaria, nómada, demandante de asilo, menor no acompañado,) y una situación de vulnerabilidad, fragilidad o precariedad es, muy común en nuestros días. No obstante, esa relación no es ni natural ni justa, debido a que esconde que a) es el resultado de una construcción social, económica y política; y b) se basa en una nítida definición de nosotros-división que enmascara un paradigma funcionalista de interpretación de la realidad que en el caso de la migración está frecuentemente conectado con el concepto de integración.Respecto al primer punto, podemos señalar que la forma de leer las migraciones varía en función del lugar y del contexto histórico en que se hace. La movilidad humana es tan antigua como nuestra especie y, sin embargo, últimas décadas se ha problematizado en los países de Europa hasta el punto de presentarla como novedosa y peligrosa en muchos textos políticos y en los medios de comunicación de masas. Esta concepción problemática migración tiene su inicio en la anterior crisis económica: la crisis energética de 1973.