INVESTIGADORES
RECALDE Maria Andrea
artículos
Título:
Las representaciones rupestres y su relación con el paisaje. Aproximación a un análisis regional en el sector occidental de las sierras de Córdoba.
Autor/es:
RECALDE MARÍA ANDREA
Revista:
Comechingonia. Revista de Arqueología
Editorial:
Brujas
Referencias:
Lugar: Córdoba; Año: 2006 p. 77 - 90
ISSN:
0326-7911
Resumen:
Este trabajo propone analizar la relación existente entre el arte rupestre y el paisaje de las comunidades aborígenes que ocuparon el sector oeste de las Sierras de Córdoba, específicamente la porción centro y sur del Depto. San Alberto y la estribación oeste del Depto Minas. Este trabajo propone analizar la relación existente entre el arte rupestre y el paisaje de las comunidades aborígenes que ocuparon el sector oeste de las Sierras de Córdoba, específicamente la porción centro y sur del Depto. San Alberto y la estribación oeste del Depto Minas. El objetivo es procurar llevar adelante un estudio de carácter regional a partir de la definición de semejanzas y diferencias entre el valle de Guasapampa (Depto. Minas) y el valle de Traslasierra (Depto. San Alberto) y poder establecer las diferentes formas de apropiación del paisaje por parte de las comunidades aborígenes que ocuparon ambas zonas. El análisis parte así de la comparación de los paneles relevados sobre la base de tipo de motivos, emplazamiento, atributos de visibilidad, dispersión en el espacio y relación con otras evidencias arqueológicas. La conjunción de estas variables brinda información sobre las distintas formas en que las comunidades aborígenes se integraron al entorno. En este sentido, el paisaje se considera no sólo como el espacio físico en el que se distribuyen los recursos, sino principalmente como una construcción por parte de los grupos que lo habitaron (Bradley et al 1993, Ucko 1994, Criado 1995, Thomas 1996, Potter 2004 ).  En el marco de esta perspectiva, el paisaje involucra más que una relación neutral entre pueblos y naturaleza, no se presenta sólo como algo externo a las actividades humanas, sino por el contrario es tanto el medio como el resultante de la actividad humana que allí se desarrollan (Knapp and Ashmore 1999). Los grupos aborígenes intervienen en el espacio  se entiende como producto de la intervención de las comunidades aborígenes como una forma de socialización y apropiación del entorno, por lo tanto la localización de los paneles con representaciones no responde a una conducta desprovista de intención, sino por el contrario la selección del “lugar” constituye una manipulación del acceso a determinados ámbitos. En el marco de esta perspectiva, el paisaje involucra más que una relación neutral entre pueblos y naturaleza, no se presenta sólo como algo externo a las actividades humanas, sino por el contrario es tanto el medio como el resultante de la actividad humana que allí se desarrollan (Knapp and Ashmore 1999). Los grupos aborígenes intervienen en el espacio  se entiende como producto de la intervención de las comunidades aborígenes como una forma de socialización y apropiación del entorno, por lo tanto la localización de los paneles con representaciones no responde a una conducta desprovista de intención, sino por el contrario la selección del “lugar” constituye una manipulación del acceso a determinados ámbitos.