de la cocina a la casa: transformaciones materiales de un espacio doméstico

M.CRISTINA SCATTOLIN Y M. FABIANA BUGLIANI

Sucre

Congreso; 7mo Congreso Asociación de Estudios Bolivianos; 2013

AEB

Los espacios se construyen a partir de las propias actividades llevadas a cabo y es en los movimientos, gestos, usos de sustancias y de herramientas donde se constituyen en forma concreta y material. Algunos elementos juegan un rol focal mientras que otros actúan de manera adicional o asistente. Además, aunque se cuente con un espacio categorizable como cocina, las tareas culinarias se extienden más allá de los límites del recinto destinado a cocinar. Las esferas de acción se empalman, se diluyen y difuminan sus bordes. Con estas ideas en mente trataremos el caso de una vivienda del Período Formativo en el valle del Cajón, Catamarca, Argentina, recordando que este período en nuestra área abarca desde aproximadamente el año 500 a.C. hasta el 800 d.C. y comprende las primeras poblaciones agro-alfareras sedentarias. Esta vivienda forma parte del asentamiento Cardonal, una antigua aldea donde los espacios residenciales se extienden sobre una terraza a la vera de un arroyo. Ha sido datada en unos 1800 años antes del presente y constituye desde hace tiempo nuestro tema de investigación. Allí el Núcleo habitacional 1 está conformado por cinco recintos circulares asociados construidos en piedra. La Estructura 1 demostró ser efectivamente una cocina donde se desarrollaron varias actividades culinarias que involucraban el procesamiento de alimentos, entre las cuales, la molienda de semillas y frutos, el acopio de leña, el mantenimiento de los filos activos de los instrumentos líticos, el trozado de carne, la cocción en el fogón, el almacenamiento y transferencia de líquidos y otras sustancias. Además hubo allí otras actividades no necesariamente relacionadas con lo culinario como el consumo de sustancias psicoactivas. A su vez, otros recintos de la vivienda parecen haber sido subsidiarios a la preparación de alimentos, sin que por ello puedan ser catalogados como cocinas. Hay entonces espacios que se relacionan de una manera orgánica con el punto focal ?cocina? y se integran de modo funcional contribuyendo así a constituir la práctica culinaria de una manera completa. Para abordar este caso nos valdremos de dos vías de análisis paralelas. Desde la arqueología focalizaremos en el estudio de rasgos arquitectónicos, estructuras e instrumentos que forman parte del entramado de acciones vinculados con la cocina. Por ejemplo, las estructuras de fogón tienen un rol relevante en estas actividades y a la vez, son generadoras y preservadoras de otras evidencias relativas a las actividades de preparación de alimentos como los restos de frutos y semillas carbonizados, huesos quemados, ollas tiznadas o alteradas por acción del calor, etc. A modo comparativo, consideraremos otros ámbitos domésticos conocidos en la arqueología del Noroeste argentino. Con estas evidencias se espera contribuir a la conceptualización, definición y caracterización de las llamadas ?cocinas? y/o áreas de ?preparación/procesamiento de alimentos?. Asimismo la observación etnográfica de las viviendas actuales en la misma área de estudio, ha permitido entender las disposiciones de ciertos elementos individuales y además las relaciones entre todos los elementos constituyentes del sistema doméstico en su conjunto.