IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
?Los movimientos sociales y las fronteras del derecho en América Latina?
Autor/es:
MARISTELLA SVAMPA
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Conferencia; Ciclo "La ley, necesidad y espanto"; 2013
Institución organizadora:
Centro Cultural Galileo
Resumen:
América Latina presenta un escenario contrastante. Desde el año 2000 asistimos a un cambio de época, el cual, de la mano de numerosos movimientos sociales de carácter anti-neoliberal, ha implicado una desnaturalización del modelo neoliberal y ha tenido como correlato, en determinados casos, la emergencia y consolidación de gobiernos progresistas. Los casos más paradigmáticos de este cambio de época son, sin duda, Bolivia y Ecuador, dos países que dan cuenta de un escenario político innovador, caracterizado inicialmente por la expansión de las fronteras del derecho, a través del reconocimiento de los derechos colectivos de los pueblos originarios (Estado Plurinacional y Autonomía, en Bolivia) y los derechos de la Naturaleza (Nueva Constitución de Ecuador). Sin embargo, de modo simultáneo a estos cambios, hemos asistido a la expansión vertiginosa de un modelo extractivista y al retorno en fuerza de una política neodesarrollista, en sus dos versiones: no sólo neoliberal-conservadora, sino también progresista. Sea en el lenguaje crudo de la desposesión como en aquel que apunta al control del excedente por parte del Estado, en los diferentes países latinoamericanos, el actual modelo de desarrollo se nutre de las ideas de ?oportunidades económicas? o ?ventajas comparativas?, propiciadas por el Consenso de los Commodities. Es por ello que afirmamos que, en el último decenio, América Latina realizó el pasaje del Consenso de Washington, asentado sobre la valorización financiera, al Consenso de los Commodities, basado en la exportación de bienes primarios a gran escala. Utilizamos el concepto de commodity en un sentido amplio, como productos indiferenciados cuyos precios se fijan internacionalmente, o como ?productos de fabricación, disponibilidad y demanda mundial, que tienen un rango de precios internacional y no requieren tecnología avanzada para su fabricación y procesamiento?. Ambas definiciones incluyen desde materias primas o a granel hasta productos semielaborados o industriales. Para el caso de América Latina, la demanda de commodities está concentrada sobre productos alimentarios, como el maíz, la soja y el trigo, así como sobre hidrocarburos (gas y petróleo), metales y minerales (cobre, oro, plata, estaño, bauxita, zinc, entre otros). Asimismo, hablamos de neoextractivismo, para referirnos precisamente a dicha tendencia a la sobreexplotación de bienes naturales a gran escala, cuyo destino es la exportación, así como a la expansión de las fronteras del capital hacia territorios antes considerados como improductivos. Esta simultaneidad ?expansión de la frontera de derechos y expansión de las fronteras del capital- se expresó durante los primeros años de los gobiernos progresistas en términos de ?tensiones?. Para volver al caso de Bolivia, esto aparece resumido en la tensión inicial entre una narrativa autonómica y una narrativa estatalista; o en Bolivia, entre dos sectores diferentes al interior del gabinete: el sector desarrollista y el sector ecologista. Sin embargo, en los últimos años (muy especialmente a partir de los segundos mandatos gubernamentales), los gobiernos progresistas han hecho explícito su apuesta por el Consenso de los Commodities y el Neo-extractivismo, en un contexto que los coloca cada vez más en conflicto abierto con las movilizaciones sociales en defensa de la tierra y los bienes comunes. Por otro lado, han evolucionado hacia un régimen de dominación más tradicional, típicamente personalista, donde populismo y neodesarrollismo van de la mano. En un contexto de fuerte conflictividad, marcado por la creciente represión y criminalización de las luchas, hemos visto surgir en América Latina diferentes organizaciones y movimientos de resistencia que cuestionan abiertamente el paradigma extractivo y el Consenso de los Commodities. Una ilustración clara de ello son los conflictos territoriales vinculados a la megaminería a cielo abierto que recorren la región, desde México hasta la Patagonia. Este entramado de organizaciones y redes socio-ambientales ha ido forjando marcos interpretativos de la acción, consignas movilizadoras a y través de la acción directa y la acción institucional, que apunta a la búsqueda de alternativas. Esto es lo que hemos denominado el giro eco-territorial, en el cual se conjugan elementos vinculados a la matriz comunitaria indígena, el lenguaje ecologista y el eco-feminismo. Entre ellos se encuentran nuevos tópicos tales como el de soberanía alimentaria, Bienes comunes, Justicia Ambiental, Derechos de la Naturaleza y Buen Vivir. Estos tópicos establecen una nueva gramática política y proponen a la vez una institucionalidad ambiental alternativa, ligada a la necesidad de repensar desde otra lógica o racionalidad la relación entre Sociedad, Ambiente y Naturaleza. En suma, en el marco del Consenso de los Commodities avanzamos cada vez más a una etapa de retracción y no reconocimiento de los derechos (colectivos, ambientales, pero también culturales y políticos), lo cual abre sin duda a un nuevo ciclo de violación de los derechos humanos.