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El continuo aumento de la esperanza de vida a raíz de la disminución de la mortalidad en los últimos decenios, tiene importantes consecuencias sanitarias y sociales, tales como son el aumento relativo de personas en edad avanzada, el predominio de enfermedades crónicas y la discapacidad en el patrón de morbilidad. Las necesidades de la población con discapacidad es una realidad que los sistemas de salud pública o de vigilancia epidemiológica, en líneas generales, no documentan ni registran; como tampoco la prevalencia o incidencia de las deficiencias en todas las etapas de la vida. Por otro lado, los indicadores de mortalidad ya son insuficientes para percibir cambios en la salud de la población, de tal manera que se imponen otras medidas que permitan estimar la esperanza de vida en salud. En esta investigación se calculó del promedio de años de vida sin y con discapacidad, para tres tipos de discapacidad relevadas en la primera Encuesta Nacional de Discapacidad (ENDI, 2002-2003): motora, mental y visual. Se utilizó la información relevada en la ENDI y las estadísticas vitales necesarias para la confección de las tablas de vida. El análisis de los años de vida saludables por sexo y grupos de edad, como el cálculo de los años promedio a vivir con cada una de las tres discapacidades mencionadas, permite observar que las mujeres viven más tiempo con y sin discapacidad que los hombres, pero el porcentaje de esperanza de vida saludable es mayor en los hombres. También se comprueba que el mayor promedio vivido con discapacidad es debido a problemas motrices.