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Resumen.  La etnogénesis entendida como el proceso de surgimiento de un pueblo constituye el tema central de la Eneida, pues se trata de la fundación de la ciudad de Roma y del pueblo romano (condere gentem y condere urbem). El relato mitico-histórico de Virgilio construye ese proceso de etnogénesis como una progresiva y significativa integración de una pluralidad de etnias en el suelo italiano y de ese modo da un fundamento sólido para la construcción de un discurso identitario, cuyo topos clave serán las laudes Italiae. Sin embargo, una lectura atenta a la Eneida nos alerta sobre las dificultades: no todos los pueblos pueden formar parte del surgimiento de Roma o ser integrados a Roma. De allí se desprende nuestra hipótesis: Virgilio caracteriza los pueblos con una mirada etnográfica con el fin de distinguir los que pueden o no formar parte del futuro orden romano. Los pueblos participan en este proceso por sus características propias como pueblos y no por asimilación progresiva o imposición romana. Esta mirada etnográfica, que representa y caracteriza de un modo diferenciado a las diversas etnias, es decisiva para la construcción virgiliana del proceso de etnogénesis, que, de este modo, se autolegitima.