Democracia liberal y seguridad nacional en el gobierno estadounidense: continuidades y rupturas

SILVINA MARÍA ROMANO

Río de Janeiro, Brasil

Congreso; Latin American Studies Association (LASA); 2009

LASA

La política “antiterrorista” de la administración de George W. Bush estableció una relación entre democracia y seguridad que implica la limitación de la primera como condición necesaria para el logro de las metas de la segunda. Esta estrategia condujo al recorte –por medios legales– de las libertades básicas promovidas por la democracia liberal, con el objetivo de “garantizar” la seguridad de los ciudadanos estadounidenses. De esta manera, hallamos una importante continuidad con las operaciones encubiertas de la Agencia Nacional de Inteligencia (CIA) y del Departamento de Estado en otros países a comienzos de la guerra fría y que si bien en un primer momento fue planteada para ser aplicada a nivel internacional, se implantó a nivel nacional no sólo durante el período del McCartismo, sino que fue proseguida (aunque de modo encubierto) por medio de agencias del FBI como COINTELPRO (Counter Intelligence Program). La gestión de George W. Bush, planteó estrategias similares, amenazando las libertades civiles de los estadounidenses, las cuales –de la manera en que lo presenta el discurso oficial– constituyen uno de los pilares del “modo de vida americano”,  a la vez que resultan ser las mismas “libertades” que este gobierno lucha por extender hacia el resto del mundo. Usualmente se sostiene que durante la guerra fría, la seguridad adquirió primacía en la política exterior norteamericana orientada por los principios del realismo, mientras que después de la “caída del comunismo” hacia 1989, se afianzaron las premisas liberales (entre ellas la democracia) en el marco de las relaciones internacionales (Walt, 1998; Hoffman, 1995). Teniendo en cuenta estas tendencias intentaremos señalar las continuidades entre el actual discurso oficial y el discurso de los primeros años de la guerra fría, centrándonos en las pautas realistas y liberales presentes en tales discursos. Esa primera instancia nos abrirá paso para analizar la relación entre democracia y seguridad nacional en el contexto de la actual política antiterrorista, aspecto que será abordado desde la perspectiva de las elites. Nuestro punto de partida para el análisis es que la agresiva política externa e interna del gobierno estadounidense se basa en la presencia de un polo militar-industrial en auge, estrechamente ligado al expansionismo del libre mercado y la democracia liberal como dimensiones clave en la reproducción del capitalismo.  En el siguiente trabajo presentamos hechos y discursos que muestran las importantes similitudes entre diferentes administraciones que permite dar cuenta del proceso histórico por el cual se ha legitimado una determinada idea de seguridad nacional vinculada a una idea particular de democracia. Esta continuidad encuentra sus cimientos en la permanencia de una elite del poder (Wright Mills, 1978) que de modo directo o indirecto influye en la elaboración de políticas y en la toma de decisión a nivel militar, económico y político, con especial implicancia en asuntos de “seguridad nacional” y de política exterior. Señalamos estos dos aspectos, debido a que habitualmente se señala el modo de intervención directa o indirecta del gobierno estadounidense, particularmente en espacios periféricos, pero se ha hablado mucho menos de la política de represión a nivel nacional practicada de modo abierto o encubierto (al menos hasta la puesta en vigencia de la Ley Patriota). Desde nuestra perspectiva la política externa es inseparable de la política interna, lo cual es demostrado claramente por la concepción de “seguridad interna” que ha manejado históricamente el establishment estadounidense, especialmente con posterioridad a la segunda guerra mundial. En orden a estos lineamientos,  retomaremos algunos discursos del presidente Truman; archivos sobre la creación del Consejo de Seguridad Nacional y la Agencia Nacional de Inteligencia y documentos del Departamento de Estado relativos a la doctrina de la “contención”. Revisaremos asimismo las Estrategias de Seguridad Nacional (NSS) de los años 2002 y 2006, la Ley Patriota (2002) y la Ley de Ampliación de la Seguridad Doméstica o “Ley Patriota II” del año 2003, correspondientes a la gestión de George W. Bush.