Más allá de la vida

EMMANUEL BISET

Córdoba

Encuentro; I Encuentro Gubernamentalidad y Biopolítica; 2014

CIFFYH-UNC

El trabajo analiza la noción de biopolítica. Repitiendo el presupuesto del que parto: no se trata de precisar lo que entiende un autor u otro al respecto, o de asumir como una evidencia a priori la existencia de algo denominado biopolítica, sino pensar las condiciones de posibilidad e imposibilidad que la constituyen como matriz conceptual de un cierto modo del pensamiento político contemporáneo. Para comenzar a pensar esta matriz la cuestión sería no sólo atender a la emergencia de nuevas configuraciones de poder, sino de qué modo el aparato conceptual que movilizamos para ello supone la misma radicalidad de esa emergencia. Donde la relación saber-poder no se manifiesta en un dispositivo epocal, sino en el mismo ejercicio de la escritura. Me parece importante, ante de avanzar en dos aspectos puntuales que me parece permiten mostrar los límites de la biopolítica, indicar tres aspectos preliminares a considerar: primero, que en ciertas ocasiones el vínculo entre vida y política, no sólo circunscribe la noción de política al estudio de las relaciones de poder, sino que se tematiza desde un esquema de la representación: el poder se ejerce sobre la vida, el poder hace vivir, un poder sobre la vida. Esquema que no se revierte simplemente invirtiendo el orden, postulando por caso un poder de la vida, sino analizando de qué modo la misma constitución de la categoría de biopolítica conlleva la fijación de dos dimensiones que entran en relación sólo a partir de la fijación de un sentido unívoco y exterior entre sí. Dicho de otro modo, la ruptura del esquema de la representación entre poder y vida supondría pasar a pensar su relación desde una contaminación diferencial. Segundo, que tal como aparece en el epígrafe con el que comenzamos, deberíamos pensar hasta qué punto la serie de prácticas heterogéneas que surgen del cruce política-vida pueden ser reconducida a la biopolítica, así, en singular. Tal como el poder, el término biopolítica es usado en singular, y esa singularidad no da cuenta sino de un proceso político de reconducción de la heterogeneidad a la unidad. Se trata, digámoslo provocativamente, del viejo problema de la soberanía de cómo constituir una unidad política, en este caso, conceptual.