La privada no es la pública. La doble memoria de Julio Cortázar

ROGELIO DEMARCHI

Córdoba

Congreso; II Coloquio Internacional Lenguajes de la Memoria; 2014

Facultad de Lenguas, UNC

Tras la publicación y el inmediato éxito de Rayuela (1963), y en el doble marco de su adhesión a la Revolución Cubana y el boom de la narrativa latinoamericana, Julio Cortázar se vuelve una figura popular. Como tal, es requerido por los medios de comunicación, y no sólo desde las secciones o suplementos culturales, cuando no es entrevistado para libros, primero colectivos, como el de Luis Harss, más tarde individuales, como los de Omar Prego Gadea o Ernesto González Bermejo. A través de esas vías, él escribe una ?autobiografía? en la que, por ejemplo, critica al Cortázar que fue antiperonista, como si hubiese superado esa etapa, para dar a entender que entre aquel pasado gorila y su presente revolucionario opera un proceso de toma de conciencia. Pero ahora que podemos leer las cartas que escribió, a numerosos corresponsales, desde los años 40 hasta los 70, se advierte que aquella ?autobiografía-autocrítica pública? omitía la parte más radical de su pensamiento y que se auto-adjudicaba una reformulación de su ideología política que no era tal. La palabra privada, entonces, se vuelve ahora, al transformarse en pública tras su edición, elemento de refutación de la reconstrucción de la identidad que procuró con la palabra emitida públicamente en su momento.