CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Por una ecología de singularidades. Estética de lo incalculable
Autor/es:
RÉ, ANAHÍ ALEJANDRA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; Naturaleza y artificialidad. Tensiones, continuidades y rupturas. IV Coloquio Internacional de Filosofía de la Técnica.; 2013
Institución organizadora:
Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Nacional de Córdoba y la Fundación Bariloche.
Resumen:
Las obras de arte y el uso que históricamente hacen de las técnicas plantean problemas cada vez más visibles para las disciplinas que las abordan. Hace un par de años aquí mismo pensábamos a los artefactos de arte como objetos técnicos tratando de poner en evidencia el hecho de que la habitual disociación entre continente y contenido para pensarlos como meros soportes de obras resulta, cuando menos, un modo estrecho de abordar el problema. En este sentido, y debido a la utilización creciente de objetos técnicos cada vez más complejos en cierta literatura y en arte, el estudio crítico ha debido y debe readaptarse a las diversas maneras de entender, en los nuevos contextos, el concepto de obra, autor, lectura. Aunque mucho se insista en caracterizar de posmoderna a nuestra cultura es menester observar, con Stiegler, que la radical industrialización de todas las cosas nos liga fuertemente a la modernidad. Dado que asistimos a una radicalización del rasgo que define a la era industrial, esta se trata de una era hiperindustrial, mas que postindustrial. Sostener lo contrario sería admitir un concepto acotado de ?industria?, que sólo remitiese a fábricas, humo, transformación de materias primas? y desconocer que la industria actual es la de economías a gran escala, estandarización y calculabilidad aplicable a todos los procesos. La era hiperindustrial se caracterizaría, según Stielger, ?por una extensión del cálculo que traspasa la esfera de la producción, y por una extensión correlativa de los dominios industriales? (2012:79). Nuestro objeto de estudio, el arte y el ámbito de la sensibilidad, no quedan exentos de este proceso. En estas condiciones, la era hiperindustrial hace aparecer una nueva figura (desfigurada) del individuo, en la medida en que la generalización hiperindustrial del calculo obstaculiza (?cortocircuita?) el proceso de individuación que es el único capaz de hacer posible al individuo. Esta nueva figura, por el contrario, se individualiza, o se desindividua. Intentamos sentar las bases para pensar, en este momento, estas cosas: 1. En la descripción de los distintos tipos de objetos técnicos que realiza Simondon, se establece un pasaje entre la portación de herramientas (elemento técnico) por parte de un hombre que es él mismo individuo técnico, y la maquina en tanto portadora de herramientas (que lo sustituye como individuo técnico y lo conmina a cumplir un rol de asistente de la máquina). ¿Qué implicancias tiene esto para nuestra concepción de los individuos humanos y de su relación con la obra de arte? 2. ¿Cuál es el lugar de los aparatos o artefactos en la individuación, hoy? 3. Ante la industrialización de todas las cosas, ¿Cómo preservar las singularidades para contrarrestar la desindividuación -o individualización?