Cuerpo biológico, saludable, consumidor: fantasias y fantasmas en la mesa de sectores populares.

IBÁÑEZ ILEANA, HUERGO JULIANA

Río Cuarto

Jornada; XV Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación; 2011

Red de Investigadores en Comunicación

Consideramos que las modalidades subjetivas, experiencias y cosmovisiones de quienes cotidianamente vivencian situaciones de marginalidad y pobreza, quienes habitan/sienten en un mundo plagado de negaciones, son performadas por las transformaciones y perpetuidades en las diferentes formas de la dominación hechas norma. El cómo nos ven y el cómo nos vemos, determinan lo que podemos ver. En efecto, aquí emerge el cuerpo en tanto cuerpo-individuo, cuerpo-subjetivo, cuerpo- social como lugar privilegiado de la experiencia. En ese sentido, postulamos al discurso estatal y al publicitario como una compleja trama de interpelaciones que activan fantasmas y fantasías sociales en relación al cuerpo biológico, cuerpo saludable y cuerpo consumidor que resultan performativas de las prácticas y vivencialidades de los sectores populares en relación al consumo, a la salud y al placer vinculados a la comida. Actualmente, el control del cuerpo está en manos de la ciencia, y de esto ha hecho uso el mercado: medicalización de la alimentación con diseños comestibles que se alejan de las recetas de la abuela para acercarse a híbridos que conjugan: alimentación (cuerpo biológico), salud-belleza-imagen (cuerpo consumidor). Estos últimos tres aspectos operan a la hora de comprar un producto alimentario en el grueso de la sociedad, variando su intensidad entre clases sociales, géneros y edades particulares. Analizaremos aquí las vivencias de pobladoras de Villa La Tela y de Ciudad Sol Naciente, ciudad de Córdoba, en relación al impacto de los programas alimentarios gubernamentales y de las publicidades de alimentos en la selección alimentaria familiar destinada al consumo infantil. Dado que el énfasis se coloca en la etapa de la niñez, nos detendremos en el análisis de los spot publicitarios de comida infantil como promovedores de la fantasía del consumo saludable en pos de magnificar las propiedades del alimento, ¿llenando? el vacío/las grietas del déficit nutricional de una alimentación posible -no elegible- configurada alrededor de la ayuda alimentaria estatal; un eficaz efecto placebo en materia salud.