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Introducción: En Argentina, las diferentes acciones en materia alimentaria emprendidas por el Estado Nacional, las provincias y municipios, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales para disminuir la inseguridad alimentaria, se encuentran en su mayoría desarticuladas y bajo la modalidad de asistencia directa. La evaluación de los programas y la política en alimentación permite direccionar las acciones en pos de lograr mejores resultados. Objetivos: Evaluar la cobertura e indicadores nutricionales en niños provenientes de hogares pobres e indigentes que reciben intervenciones alimentarias en Argentina, en el año 2005. Metodología: Se utilizaron los datos de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS), llevada a cabo en el año 2005. La muestra fue probabilística, estratificada por conglomerados a tres etapas, alcanzando a 28.137 niños/as de 6 meses a 5 años. Las variables de la ENNyS analizadas incluyen el estado nutricional (peso y talla; y biomarcadores: hemoglobina, retinol sérico, vitamina D), dieta (consumo de macro y micronutrientes obtenido de recordatorio de 24 horas) y acceso a intervenciones alimentarias (bolsa/caja de alimentos, tickets o vale u otro). Se utilizó el programa ANTHRO (OMS) para determinar puntajes Z de los indicadores antropométricos (peso para la talla, talla para la edad y peso para la edad). Se utilizó el programa estadístico SPSS, calculándose test de X2, Odds Ratio (OR) y diferencias de medias. Resultados: Un 42,5% de los niños que provienen de hogares con NBI reciben al menos una intervención alimentaria. El 43,8% de los niños que provienen de hogares indigentes y el 30,6 % de los niños que provienen de hogares pobres no indigentes, reciben al menos una intervención alimentaria. Existió mayor riesgo de presentar acortamiento (baja talla para la edad), entre los niños provenientes de hogares indigentes que recibían alguna intervención alimentaria (OR: 1,34 IC: 1,07- 1,67 p=0,01). En relación a los parámetros dietéticos existieron diferencias entre los niños provenientes de hogares indigentes que no reciben intervención alimentaria, frente a los que reciben para: proporción de proteínas de alto valor biológico (0,62 frente a 0,60 p= 0,01), Sodio (844mg frente a 768mg p=0,001), Calcio (604mg frente a 553mg p<0,001), Vitamina A (479mcg frente a 501mcg p= 0,02), vitamina B12 (4,6mcg frente a 5mcg p=0,02), y retinol sérico (35mg/dl frente a 36mg/dl p= 0,04). En el caso de los niños provenientes de hogares pobres no indigentes, existió más riesgo de presentar bajo peso para la edad entre los niños que reciben alguna intervención alimentaria frente a los que reciben (OR: 1,99 IC: 1,18-3,35), y mayor riesgo de acortamiento (OR: 1,74 IC: 1,5-2,09). En cuanto a los indicadores dietéticos, se observaron diferencias entre los niños provenientes de hogares pobres no indigentes que no reciben intervenciones alimentarias frente a los que reciben para: hierro (10,6 mg frente a 12,6 mg p =0,001), hierro biodisponible (0,63mg frente a 0,69mg p=0,01), ferritina (1058 mcg/L frente 1410 mcg/L p<0,001). Conclusiones: Se observa una baja cobertura de programas alimentarios en niños en condiciones de vulnerabilidad. El mayor riesgo en los indicadores antropométricos para los niños provenientes de hogares con cobertura alimentaria podría deberse a la historia de desnutrición en los niños, por lo que no se debería interpretar como causa-efecto. En el caso de los indicadores dietéticos y biomarcadores se observa que beneficia más a los niños pobres no indigentes, en especial en el estado del hierro.