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Teniendo en cuenta las características de la muestra recuperada, tanto en lo que refiere a sus potencialidades como a sus limitaciones analíticas (contexto particular de recuperación, estado de conocimiento en vinculación a la problemática en el área, posibilidades de acceso a técnicas instrumentales de análisis, entre las principales), se exploraron dos líneas principales para el estudio de estos materiales, las que fueron anticipadas en la propuesta de trabajo oportunamente presentada a la Secretaría de Turismo y Cultura de Jujuy. Primera Etapa: Caracterización composicional de los materiales: Para la caracterización de los materiales se emplean distintas técnicas analíticas (petrológicas, físicas, químicas, etc.), mediante las cuales es posible determinar un conjunto de propiedades características del material soporte, permitiendo su identificación composicional, o una aproximación a la misma. Existen distintas técnicas, las que poseen diferentes ventajas y limitaciones inherentes, en relación a su coste económico, nivel de destructividad y grado de precisión analítica, etc. En nuestro caso, y de acuerdo a la propuesta previa mencionada, se aplicaron las siguientes técnicas y procedimientos de trabajo: I. A- Primera etapa de caracterización: Se basó en el análisis de las propiedades físicas de los minerales. Estas propiedades son el resultado directo de sus características químicas y estructurales, y muchas de ellas pueden determinarse mediante ensayos simples en muestras de mano, por ello son importantes para un reconocimiento rápido de los minerales. Entre las principales se pueden mencionar: dureza, fractura, exfoliación, tenacidad, peso específico, raya o huella, color, brillo, etc. En cuanto a las ventajas analíticas, se trata de métodos no destructivos y con un coste económico bajo o prácticamente nulo, por lo que esta etapa pudo aplicarse sobre la totalidad de la muestra. Realizamos en primer lugar una caracterización macroscópica del conjunto, consistente en un examen visual de los ejemplares, con el objeto de realizar agrupaciones y discriminaciones. Para ello nos basamos en un análisis comparativo de la apariencia general de los especímenes, las diferencias observadas en el comportamiento de las sustancias y las propiedades físicas compartidas, o no, entre los ejemplares. I. B- Segunda etapa de caracterización: En base a los resultados obtenidos en la etapa anterior, se efectuó una selección representativa de ejemplares, entre los diferentes grupos discriminados en base a sus propiedades físicas y químicas, para ser sometidos a un análisis por medio de la técnica de difracción de Rayos X (XRD). Mediante esta técnica, es posible determinar las distintas especies minerales, caracterizando la intensidad de difracción que manifiestan determinadas caras de la red cristalina de cada mineral, al ser incididas por un haz de rayos X con ángulos variables (Pérez Arantegui et al. 1996). La técnica consiste en bombardear una muestra, previamente reducida a polvo, con rayos X monocromáticos. Estos rayos son difractados de forma diferente por cada sustancia según sea su composición cristalina. Cada mineral tiene una composición y una estructura atómica únicas y, por ende, un orden único en su red atómica. Así, las secuencias de picos obtenidas en los diferentes diagramas, permiten identificar distintas sustancias minerales (Bishop et al. 1982). Una ventaja importante de los materiales líticos y minerales en este sentido es que -a diferencia, por ejemplo, de elementos orgánicos o compuestos solubles- no sufren alteraciones composicionales mayores, ni como producto de su enterramiento, ni durante el proceso de fabricación de los artefactos (lo que si puede ocurrir por ejemplo en el caso de la cerámica, donde ocurren acciones de limpieza o decantado y de agregado de sustancias como antiplásticos). En cuanto a las ventajas analíticas, se trata de una técnica de alto grado de precisión analítica y, si bien es destructiva, la porción de muestra que se requiere es mínima (aproximadamente 1 cm2 de material pulverizado). Incluso una vez analizada la muestra, ésta puede servir para realizar otras determinaciones. Sin embargo, por esta característica destructiva y su coste económico, seleccionamos una muestra reducida entre el universo total de cuentas, cuya conformación se apoyó en los resultados obtenidos en la primera etapa de caracterización no destructiva. A partir de la caracterización de los minerales es posible identificar su procedencia, o bien proponer el/los posible/s lugar/es de origen natural de los soportes, en base al análisis de sus ambientes característicos de ocurrencia. A partir de estos resultados podemos discutir su procedencia local o foránea y, en cada caso, los posibles mecanismos puestos en juego por los artesanos para su adquisición (intercambio, acceso directo, etc.) y sus variadas implicancias en diferentes aspectos de la vida de las comunidades. Segunda Etapa: análisis tecno-morfológico y contextual En esta segunda etapa del estudio se abordó el análisis de la variabilidad en términos de materias primas y atributos tecno-morfológicos de los ejemplares (incluyendo frecuencias y porcentajes de representatividad), para cada contexto de depositación y entre depósitos funerarios, o análisis a escala intrasitio. Para ello se usaron los datos previamente volcados en fichas estandarizadas, las que han sido elaboradas previamente con tal fin, incluyendo el relevamiento de atributos relacionados con su estado de formatización e integridad (completas, incompletas; terminadas o en proceso), características dimensionales (longitud, ancho, relación L/A, espesor, diámetros internos y externos orificio, etc.), morfológicas (relativas a contorno, sección, orificio), tecnológicas (tratamiento de las superficies y bordes) y estado de integración y deterioro de las cuentas (fracturas, exfoliación, pátinas, erosión). Los datos de atributos y variables relevadas se volcaron en planillas Excell, con uso de filtros para discriminar los atributos considerados y para posibilitar la elaboración posterior de tablas y gráficos dinámicos. En base a estos resultados y a los obtenidos en la primera etapa (caracterización de materiales) fue posible trazar relaciones con otros contextos arqueológicos para los que se disponen de datos comparables, para hipotetizar posibles vínculos cronológicos, culturales, etc.