CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

La expansión ultramarina de Inglaterra sobre territorios americanos tuvo su primer (aunque precario) éxito con la fundación de Jamestown, Virginia, a principios del siglo XVII. Pero la presencia de exploradores y piratas, especialmente en la segunda mitad del siglo XVI, fue decisiva en la formulación de las estrategias para el establecimiento permanente y el despliegue de una actividad fenomenal de piratas y bucaneros en el siglo siguiente. El conocimiento sobre rutas, territorios, habitantes y recursos que estos viajeros transmitieron a través de sus cartas y crónicas, constituyeron un insumo fundamental para pensar y organizar las empresas de explotación comercial y dominio político de ciertas porciones de América. Indudablemente, el contexto de confrontación política y religiosa entre España e Inglaterra que condujo a la guerra entre 1585 y 1604, atizó la acción de exploradores y piratas en los confines de América. John Hawkins, traficante de esclavos en las costas del Caribe español en la década de 1560, llevó a Inglaterra no solo cuantiosos dividendos para sus inversionistas sino también informaciones que fomentarían más actividades piratas en la región. Martin Frobisher emprendió la búsqueda de un pasaje interoceánico en el Norte del continente americano en tres viajes, entre 1576 y 1578, dedicándose después a los viajes de piratería. Francis Drake siguió la ruta de Magallanes y logró completar el viaje alrededor del mundo, en 1577-1580 (seguido por Thomas Cavendish en 1586-1588), expoliando y atacando a los españoles a su paso. Esta ponencia analiza los testimonios derivados de las experiencias de los tres exploradores y piratas mencionados con el propósito de distinguir los aspectos centrales de la estrategia expansionista inglesa de la segunda mitad del siglo XVI