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Desde la antigüedad se han utilizado bacterias beneficiosas con el fin del mejorar el rendimiento de los cultivos a través de la mejora en la nutrición, de la protección contra patógenos y de aliviar el efecto nocivo de diferentes tipos de estrés. En los últimos años el uso de técnicas de secuenciación masiva permitió explorar mucho mejor la diversidad microbiana asociada a las plantas, y a comprender su rol ecológico. El interior de los diversos tejidos vegetales está normalmente colonizado por bacterias denominadas endofitas, que se encuentran en asociación simbiótica con la planta hospedadora. Nuestro laboratorio está explorando actualmente la posibilidad de que ciertas bacterias endofitas secreten compuestos que les permitan promover la apertura de los poros estomáticos y puedan así colonizar las hojas a través de ellos. Los estomas normalmente se cierran en respuestas a ciertos compuestos derivados de microbios como la flagelina o lipopolisacárido, en un fenómeno conocido como inmunidad estomática. Nuestros resultados indican que ciertas bacterias endofitas aisladas del interior de hojas efectivamente poseen la capacidad de inhibir la inmunidad estomática.