IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Escuchar las voces de los ?silencios? patriarcales.
Autor/es:
FEMENÍAS MARÍA LUISA; VIVIANA I. SEOANE
Libro:
Derechos humanos, feminismos y educación: interpelaciones y experiencias
Editorial:
Prohistoria
Referencias:
Lugar: Rosario; Año: 2020; p. 19 - 40
Resumen:
En nuestro país como en el resto de la región la violencia ha tomado como destinatario a los sectores más vulnerables de la sociedad, las infancias y las mujeres. El Estado argentino, como sabemos, ha ratificado tratados y convenciones internacionales y ha adherido a la normativa internacional en materia de promoción y protección de los derechos humanos de las infancias y de las mujeres. Sin embargo, la prevalencia de sustratos normativos tradicionales ―a pesar de los intentos de lograr fundamentos progresistas―, no permite que un conjunto de la población acceda de hecho a la justicia.El Derecho ha excluido desde sus primeras declaraciones a las mujeres (y a las disidencias sexuales) invisibilizando sus luchas y demandas, fijando su función en la reproducción del cuerpo y el orden sociales. De modo que, tradicionalmente, el derecho constituyó una pedagogía del privilegio y de la discriminación por sexo y raza aunque también ―debemos reconocer― en tanto discurso del poder autorizado de la sociedad, contiene en sí su propia subversión. La objetividad, la neutralidad, el binarismo son parte de la Ley marcada por el género.El lenguaje tiene la potencia de interpelar y heterodesignar (es decir, designar desde otro que ostente el poder), y conforma una operación que produce y marca la subjetividad de quien es nombradx. Además, afirma y discrimina según el énfasis y la entonación con que se pronuncien las palabras. Incluso la forma en que las palabras marcan al/la sujetx depende del contexto de enunciación y de quien enuncie. Lxs niñxs conforman un grupo social que padece de manera constante la vulneración de algún derecho por su condición social, étnica, racial, de género o sexual. El derecho a ser escuchado es vulnerado por una sociedad que invisiviliza la infancia y la revictimiza cada vez que le es negada la palabra. El sexismo del lenguaje alcanza también a quienes integran la categoría infancia, ya sea por su condición sexo/género como por variables ligadas a la clase social, la etnicidad, la discapacidad, todo lo cual obliga a pensar en infancias en plural.En este artículo nos proponemos, desde la teoría feminista y la filosofía de género, indagar en un conjunto de preguntas que son necesarias para ?afinar? una escucha de lxs niñxs y mujeres en situación de ?víctimas?. No solo debemos escuchar las voces y palabras de quienes buscan acceder a la justicia, sino liberar al silencio del contexto patriarcal de producción que acompaña a toda acción violenta para convertirlo en un lenguaje propio.