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I. Introducción En este trabajo nos proponemos abordar la cuestión de la explicación científica desde una perspectiva pragmatista y más específicamente desde la perspectiva de John Dewey. La explicación en general y la explicación científica en particular ha sido entendida, usualmente, como una forma de inferencia cuya conclusión describe el fenómeno que se busca explicar y cuyas premisas contienen algunas afirmaciones que explican, de alguna manera, tal fenómeno. Esta forma de entender las explicaciones ha estado, generalmente, ligada a concepciones de la ciencia de acuerdo con las cuales su fin último es ofrecer algo así como ?una visión del mundo comprensiva y organizada sistemáticamente, que sea explicativa y predictiva? (Hoyningen-Huene, 1998, p. 107). En otros términos, la discusión sobre el problema de la explicación científica ha estado ligada a una concepción de la ciencia como forma de representación que debe explicar o predecir fenómenos. Es sabido que Dewey cuestiona las concepciones de la ciencia en términos de mera representación del mundo y todas sus implicaciones. Nos ocuparemos de formular algunas de sus tesis centrales en oposición a dicha concepción clásica y las consecuencias que, hipotetizamos, se derivan de dicha crítica, en particular con relación a qué deba entenderse por explicación científica. Dewey, como es ya muy sabido, ha realizado grandes esfuerzos por construir una visión del conocimiento y de la ciencia que tome como punto de partida el hecho de que la ciencia también es, y en primer lugar, una forma de práctica. En su opinión el conocimiento, en tanto que producto, debe ser considerado como el resultado de una cierta actividad humana, que involucra tanto aspectos intelectuales como físicos o materiales. A esta actividad humana, en varias de sus obras, y en particular en Lógica: teoría de la investigación (Dewey, John, 1950), la denomina ?investigación?.