Treinta años de consensos y disenso en el Mercosur

ALEJANDRO SIMONOFF

Cuadernos de Política Exterior Argentina

Centro de Estudios Internacionales de Rosario

Lugar: Rosario; Año: 2022 p. 143 - 150

0326-7806

Desde su creación, incluso en sus momentos basales previos con los acuerdos Alfonsín-Sarney (1985), el Mercosur fue considerado un instrumento útil tanto por gobiernos argentinos de inspiración globalistas como los autonomistas, ya que les permitía administrar las tensiones en el triángulo con Estados Unidos y Brasil en el que se hallaba inmersa nuestra estrategia de inserción internacional. Una muestra de ello fue que su creación con el Tratado de Asunción, durante el gobierno globalista de Menem, no mereció crítica de los autonomistas, ya que lo evaluaron positivamente, porque no solo contenía elementos comercialistas sino también solidaristas.En el nuevo milenio, y con la crisis de la experiencia liberal de los años noventa, los elementos de coordinación política fueron valorados por sobre los estrictamente comerciales, cuestión que generó las simientes de la criticas por parte de los sectores globalistas en tiempos más recientes.Éstos últimos comenzaron a devaluar su relevancia e incluso pensaron abandonarlo por la Alianza del Pacífico, más afín a su ideología neoliberal.Alberto Fernández, a diferencia de sus antecesores desde los años ochenta, debe enfrentar una situación inédita, donde el eje con Brasilia está virtualmente roto, la transformación del triángulo por el ascenso de China y la crisis del proyecto occidentalista que alimentan la creencia de determinadas elites en torno a pensar a la asociación como un obstáculo a la integración de nuestro país a la economía global.