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Las convolvuláceas constituyen una familia conspicua con más de 50 géneros y 1500 especies de distribución casi cosmopolita. El mayor género es Ipomoea, con unas 500 especies de gran diversidad de formas y hábitos. Las de uso ornamental se caracterizan por ser anuales, herbáceas de tallos volubles. Son valoradas por la amplia gama de colores de sus vistosas flores, en tonalidades que varían desde el blanco hasta los matizados de azul, rojo o púrpura. En ocasiones se encuentran naturalizadas y se comportan como malezas de cultivos. En este trabajo se da a conocer la diversidad del género Ipomoea en las ciudades de Mendoza, San Juan y La Rioja. Además, se propone una clave dicotómica para la identificación de las especies. Se trabajó mediante el relevamiento de espacios verdes urbanos y periurbanos, revisión bibliográfica y de material de herbario. Se registró hasta el momento la presencia de 9 especies. Se destacan como ornamentales: I. alba (Dama de noche), muy apreciada por sus flores blancas; I. purpurea se cultiva como trepadora ornamental, y suele confundirse con I. nill; I. rubriflora se destaca por sus flores rojas e I. quamoclit sólo se registra en jardines domésticos urbanos. Como adventicias, ruderales y malezas se encontraron: I. cairica, en jardines bajo riego llega a ocasionar daños en infraestructura de cercos y medianeras; I. tricolor se ha detectado como adventicia en cultivos de vid en Mendoza; I. amnicola es común en cercos urbanos de La Rioja. Se han citado además casos excepcionales de ejemplares de I. batatas en huertos urbanos.