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Este trabajo se propone reconocer las tramas de la ruralidad en los territorios de borde metropolitano considerando como estudio de caso el paisaje del piedemonte mendocino. Las lógicas de territorialización vinculadas a las prácticas rurales, particularmente pastoriles, trazan redes territoriales que son parte del patrimonio inmaterial (Delgado y Ranocchiari, 2012) de la región. En la mirada de Raffestin (2011) el territorio se reconoce a partir de los nodos y sus vinculaciones. Complementariamente, los modos en que estas redes bio-sociales se establecen señalan las diferencias e identifican territorios y territorialidades (Fernández Salinas, 1996). Se trata de tramas multiescalares y multidimensionales que enlazan marcas en el territorio cuyas articulaciones, desarticulaciones y re-articulaciones en tiempo y espacio configuran espesores y densidades diversas que el paisaje expresa.En la actualidad, los territorios rurales del piedemonte metropolitano de Mendoza se hallan inmersos en fuertes transformaciones, particularmente asociadas al desborde urbano. Vistos desde la ciudad, los territorios pedemontanos impresionan vacantes y desordenados, suponiéndose que con la ordenación y planificación urbana se solucionaría o establecería un camino para la solución del problema del ?desorden?. Vistos desde la ruralidad, el desorden es urbano y una amenaza para el orden rural. Desde el campo académico, por su parte, un importante caudal de investigaciones describe la fragilidad de estos territorios e incluso algunos arriesgan pautas, estrategias y recomendaciones para ordenarlo. Llamativamente, persiste en esa producción científico-académica, un vacío con relación a los procesos de construcción territorial que allí convergen.Para ensayar algunas respuestas a estas inquietudes se analiza el conjunto de redes inscriptas en el piedemonte metropolitano, las dimensiones que contemplan, el espesor histórico que exhiben y los espacios que articulan. La recolección de datos se compone del análisis de documentos y de las técnicas dialógicas y observacionales. Los resultados permiten visibilizar que lejos de expresar desorden, los territorios analizados expresan órdenes alternos.