Entre el control y la movilización. Trabajo, honor y solidaridades artesanales en la ciudad de México a mediados del siglo XIX

VANESA TEITELBAUM

El Colegio de México

Lugar: México, D.F; Año: 2008 p. 313

978-968-12-1373-2

Este libro analiza los procesos de construcción y afianzamiento de identidades laborales en la ciudad de México a mediados del siglo XIX. Sobre todo, busca explorar las prácticas y discursos de los artesanos, pues pienso que éstas ocuparon un lugar primordial dentro del universo más vasto del mundo popular y adquirieron una influencia considerable para los grupos de poder. La hipótesis principal que sostiene este estudio es que en ese periodo, hay una noción que va afianzándose: la que vincula al sujeto con el trabajo y cuanto lo rodea; lo cual no supone desconocer que existen identidades superpuestas que cobran relevancia según determinadas circunstancias, como las provenientes de la vecindad o aquellas englobadas en la noción de pueblo, clases menesterosas, etc. Consciente de la historicidad y flexibilidad del concepto de identidad, y reconociendo la importancia de las identificaciones diversas en el individuo, intentaré mostrar cómo, en especial, la figura del artesano, y luego las nociones de trabajadores, clase trabajadora o gente de trabajo fueron ganando terreno en los discursos y prácticas de los sectores influyentes y en los provenientes de los grupos populares. Pensamos que en esta conformación y afirmación del discurso artesanal, intervinieron dos procesos, por un lado, las transformaciones que implicaron el tránsito del carácter corporativo y jerárquico de la sociedad colonial a una nueva fundada en los principios liberales y modernos y, por el otro, un proceso de liberalización económica que afectó la calificación del oficio y el trabajo manual de los artesanos. En ese marco, argumento que estos sectores adecuaron prácticas y normas corporativas a los nuevos parámetros que se deseaban implantar y respaldaron y desarrollaron estrategias de resistencia frente a los grupos de poder. En particular, me interesa demostrar cómo a través de las experiencias compartidas en el ámbito judicial, las relaciones de sociabilidad entabladas en torno a talleres y espacios destinados al entretenimiento y el ocio, las asociaciones y las protestas a los poderes públicos, los artesanos percibieron intereses y objetivos comunes, desarrollaron acuerdos con otros grupos sociales y se diferenciaron de sectores sociales marginales. Como resultado de estas identificaciones, sugiero, se desarrolló la afirmación de los artesanos como grupo social y su tránsito hacia la figura del trabajador.