CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

En el año 2007 se retoman las investigaciones arqueológicas en el sitio Yánimas 1, situado a unos 9 kilómetros al SO de la localidad de Alberdi, luego de las actividades de rescate llevadas a cabo en el mismo por la Comisión de Rescate Arqueológico del Instituto de Arqueología y Museo (Martel et al. 2007). Este sitio, que forma parte del rico patrimonio arqueológico de la cuenca del río Marapa, fue denominado anteriormente como Finca Juárez y había sido investigado por Manasse mediante una prospección arqueológica (Manasse 1996-97). Dicha investigadora menciona que el sitio presenta un conjunto de montículos que forman una U y alineamientos de piedra asociados a los mismos. De la muestra cerámica recolectada en superficie, destaca la alta frecuencia de fragmentos cerámicos con decoración grabada sobre una superficie pulida gris o negra, de similares características tecnológicas e iconográficas a los descritos para el sitio La Rinconada, ubicado en el Valle de Ambato (Catamarca). Finalmente sostiene que este sitio corresponde a una ocupación perteneciente al Período de Integración Regional (Manasse op. cit.). En el marco las investigaciones arqueológicas que estamos llevando a cabo en el piedemonte meridional tucumano, hemos realizado nuevas intervenciones en dicho sitio (prospecciones y excavaciones sistemáticas) con el objeto de reconstruir el paisaje arqueológico. Basados en un enfoque social, nuestras acciones en Yánimas 1 (como en otros sitios del área de estudio mencionada) están orientadas al registro de contextos arqueológicos con el objeto de aproximarnos a la forma en que se estructuraron las espacialidades (o espacios de acción y experimentación) que configuraron un determinado orden social en el paisaje (el cual, por otra parte, pudo haber sufrido cambios a lo largo del tiempo). A partir de los resultados preliminares, hemos podido apreciar la magnitud espacial de Yánimas 1 (más de 40 ha.) y su importancia para la comprensión de la problemática arqueológica del piedemonte meridional tucumano. Aparentemente, las elevaciones monticulares mencionadas por Manasse (op. cit) y ubicadas en el centro del sitio, delimitan un espacio central más deprimido que podría ser de carácter público, donde el registro arqueológico es exiguo. En las elevaciones mencionadas, se han detectado distintos contextos con diferentes estructuras arquitectónicas, dependiendo del sector de la U excavado, algunas asociadas a entierros humanos. Una de las estructuras relevadas está constituida mayormente de tierra y delimitada en su parte cumbral por alineamientos paralelos de piedra puestas en forma vertical y horizontal. También se registró un montículo de mayor altura que los demás, que parece corresponder a un basurero. En otros sectores del sitio se detectaron otros entierros humanos directos y en urnas, además de posibles contextos domésticos. Vale decir, que las espacialidades pudieran estar relacionadas con actividades domésticas, de descarte, rituales, y otras relacionadas con distintas prácticas mortuorias. Las características particulares e interrelaciones de dichas espacialidades en este paisaje es lo que estamos intentando develar en la actualidad. Por otra parte, hemos podido constatar que es probable que varias ocupaciones humanas se hayan sucedido en la zona que comprende el sitio y su entorno inmediato. En dicha zona, no solo registramos materiales cerámicos correspondientes a estilos reconocidos para ocupaciones Aguada (Ambato Negro Grabado y Ambato Tricolor) sino que también hallamos fragmentos de vasijas que pueden adscribirse al estilo Condorhuasi (tipos Condorhuasi Polícromo y Alumbrera Tricolor), como también al Sunchituyoj y Averías (estilos chaco-santiagueños). Vale decir, que este paisaje también tiene una compleja y extensa historia prehispánica que estamos intentando comprender (desde múltiples líneas de evidencias) para evaluar su importancia en el marco de la arqueología del área pedemontana meridional y de la región del NO argentino.