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En las últimas décadas del siglo XIX, durante la etapa de modernización y desarrollo de la agroindustria azucarera en el norte de Argentina, el aporte de la inversión extranjera resultó acotado, con un rol manifiesto en la provisión de maquinaria moderna por parte de grandes empresas metalúrgicas y, con menor impacto, mediante las inversiones de cartera a través de la suscripción de acciones de firmas azucareras con fuertes vínculos con el extranjero. Empero, las circunstancias cambiaron a principios del siglo XX y la inversión extranjera incrementó su participación mediante la compra o fundación de varios establecimientos azucareros, con algunas particularidades: no se trató de compañías controladas por holdings o grandes grupos inversores extranjeros, sino que fueron firmas de capitales foráneos conformadas ad hoc para ingresar en el sector azucarero argentino. Con todo, no se siguió un patrón unívoco y existieron variantes en su conformación. En tal sentido, el estudio sobre el derrotero empresarial de la familia inglesa Leach en la industria azucarera de la provincia de Jujuy, permite aproximarnos, a través de un estudio de caso, a diferentes fases de este proceso, desde el arribo de los primeros miembros de la familia al rubro, pasando por la asociación con miembros de la elite local en la explotación de ingenios, la posterior propiedad y control de un establecimiento en el seno de la familia, hasta la asociación con inversores extranjeros y con la comunidad de negocios anglo-argentina radicada en Buenos Aires para constituir la S.A. "Leach´s Argentine Estates Limited", con casa matriz en Londres. Dicha firma operó en la plaza local como una compañía semi autónoma con una fuerte impronta familiar, ya que sus integrantes estuvieron estratégicamente ubicados en el directorio de Inglaterra, en el de Buenos Aires y en mismo escritorio del ingenio azucarero "La Esperanza". A partir de entonces, la firma incrementó su producción azucarera y diagramó estrategias de participación en el mercado, a la vez que diversificó sus inversiones en el agro, las finanzas y las industrias extractivas, constituyendo así una de las mayores empresas azucareras de la Argentina hasta mediados del siglo XX. Tras la muerte de los fundadores, entre 1932 y 1942, y pese a la atomización del paquete accionario, en la firma se mantuvo una fuerte presencia de sus descendientes hasta la década de 1960. Proponemos el análisis de esta gran empresa azucarera con aporte extranjero, creada desde la "periferia" en una de las agroindustrias más importantes del país, entre la década de 1880 y los inicios de los años 1940.