IMHICIHU   13380
INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE HISTORIA Y CIENCIAS HUMANAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Arqueología distriucional en el noroeste de Patagonia: biogeografía y organización espacial humana
Autor/es:
LUCERO, GUSTAVO; AGUSTINA BRERA; RUGHINI, AGUSTINA AYELEN; BORRAZZO, KAREN; ROMERO VILLANUEVA, GUADALUPE; AGUSTIN CASTILLO
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XX Congreso Nacional de arqueología; 2019
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Códoba
Resumen:
Este trabajo se enmarca dentro de un proyecto macroregional iniciado en el noroeste de Patagonia (norte de la provincia del Neuquén, Argentina) y centrado en evaluar las formas de organización espacial humana desde una perspectiva biogeográfica (Barberena 2013; Barberena et al. 2017; Romero Villanueva 2019).El área de estudio se corresponde con la localidad Barrancas-Buta Ranquil, que abarca espacios ubicados entre 800 y 2200 msnm (Figura 1). La principal característica del área es su marcada estacionalidad debido a la presencia de diferentes pisos altitudinales que van desde los de baja altitud y disponibilidad anual, hasta los de mayor altitud que son de uso exclusivamente estacional (Figura 1). Entre ellos se reconocen espacios de altitud intermedia y baja estacionalidad que funcionan como zonas ecotonales entre las comunidades fitogeográficas del Monte y Patagonia (Páez et al. 2004). Estas propiedades de la región permiten estudiar la movilidad y las formas de organización espacial humana en vinculación con la estructura biogeográfica del paisaje. Figura 1. Ubicación del área de prospección, la localidad Barrancas-Buta Ranquil (recuadro rojo), en el norte de la provincia del Neuquén, noroeste de Patagonia. Referencias: Reg.: Región, Cdlla.: Cordillera, R.: Río y Aº: Arroyo.En este contexto, el objetivo general del trabajo es presentar los resultados obtenidos del análisis espacial de diferentes líneas de evidencia arqueológica registradas durante la prospección sistemática de superficie en la localidad Barrancas-Buta Ranquil (Figura 1). Se utiliza una perspectiva distribucional que concibe al registro arqueológico como espacialmente continuo, pudiendo presentar variaciones en su densidad (Foley 1981; Dunnell y Dancey 1983; Ebert 1992).Hasta el momento se dispone de información estratigráfica proveniente de cuatro sitios arqueológicos que ofrecen datos cuantitativos acerca del poblamiento inicial de la región y sobre diversas historias ocupacionales (Fernández et al. 2012; Barberena et al. 2015; Romero Villanueva 2019). Esta información contextual otorga una dimensión temporal a los estudios distribucionales presentados aquí. Regionalmente, se cuenta con una caracterización geoquímica sólida de diversos artefactos de obsidiana procedentes de diferentes contextos arqueológicos de estratigrafía y de superficie (Barberena et al. 2011, 2019). Asimismo, se dispone de un exhaustivo análisis formal, contextual y, en menor medida, arqueométrico de los motivos rupestres de la región (Romero Villanueva 2019).Estrategias de muestreoSe realizaron transectas lineales dirigidas específicamente a caracterizar la estructura espacial del registro lítico, relevamientos específicos de arte rupestre y recolecciones de cerámica en los distintos pisos altitudinales de la región (Figura 1). Los resultados son presentados en términos de frecuencia, densidad y distribución espacial del registro arqueológico en el paisaje. Esta combinación de datos recuperados con estrategias de muestreo diversas permite articular las diferentes líneas de evidencias estudiadas.Resultados distribucionalesLos resultados del análisis espacial muestran que existe una mayor frecuencia de material lítico en los espacios de altitud intermedia (1500 msnm). En contraposición, los espacios bajos exhiben una frecuencia baja a nula. Por otra parte, en los espacios altos, la frecuencia de material también es baja, aunque mayor que en los sectores de baja altitud. Además, en los espacios altos se registra una elevada frecuencia de puntas de proyectil. Estos patrones son interpretados como indicadores de una mayor intensidad ocupacional humana en los espacios intermedios. Sumado a ello, en estos últimos entornos ambientales ocurre la mayor concentración de cerámica registrada en toda el área de estudio.En cuanto al arte rupestre, se observó que los sectores bajos registran una mayor cantidad de sitios y motivos en comparación con los sectores intermedios y altos, donde sitios y motivos se presentan en menores proporciones, aunque en frecuencias relativamente similares (Romero Villanueva 2019). Así, los sectores bajos se destacan como espacios privilegiados para la circulación de información en el área estudiada. En particular, se destacó que las mayores concentraciones de motivos ocurren en los sitios Cueva Yagui y Cueva Huenul 1, ubicados en los pisos intermedios y bajos, respectivamente. Sin embargo, se observaron diferencias entre ambos sitios en relación con la diversidad de tipos de motivos, colores y combinaciones, así como en el número de superposiciones. Estas divergencias fueron vinculadas con las diferentes historias ocupacionales de los sitios que habrían implicado la circulación de distinto tipo de información a partir de las representaciones rupestres ejecutadas en ellos (Romero Villanueva 2019).A través de la articulación de las diferentes líneas de evidencia estudiadas en la región se sostiene que aquellos espacios ubicados en altitudes intermedias y con baja estacionalidad habrían sido ocupados en forma más prolongada, probablemente con fines residenciales. Su articulación con el resto de los segmentos del paisaje se habría efectuado mediante movimientos logísticos, probablemente destinados a actividades específicas, como la caza de guanacos en los espacios altos y el aprovisionamiento de materia prima en los espacios bajos, principalmente de la obsidiana (Barberena et al. 2011, 2019; Fernández et al. 2017; Romero Villanueva 2019).Para finalizar, se concluye que los análisis distribucionales efectuados permiten estudiar el uso del espacio en los distintos ambientes de la región integrando variables ecológicas clave (estacionalidad, productividad) con los patrones de comportamiento a fin de evaluar las estrategias humanas implementadas en el pasado.