IMHICIHU   13380
INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE HISTORIA Y CIENCIAS HUMANAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El gran nombre real, aproximación a su sentido
Autor/es:
M. VIOLETA PEREYRA; ELISA NEIRA CORDERO
Lugar:
Mendoza
Reunión:
Jornada; XIV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia; 2013
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Cuyo
Resumen:
El presente trabajo se propone analizar el protocolo de los soberanos egipcios del Reino Nuevo con el objeto de identificar en su estructura la existencia de un proyecto político subyacente en su formulación y su proyección a nivel dinástico. Se asume que la elaboración de cada protocolo constituía una expresión de lo que el gobernante era en tanto soberano reinante y ser divino. El aspecto secular del rey se representó bajo la forma de epítetos asociados a los títulos, como por ejemplo ?gobernante de Tebas?, mientras que el aspecto ideológico se reconoce en los nombres propios de los faraones, que remiten a deidades principales del panteón oficial, tal como sucede en el caso Amenhotep, cuyo significado es ?Amón está satisfecho?. Dicha atribución divina da legitimidad al rey para el desenvolvimiento de las funciones específicas de la realeza, en tanto ser que puede conservar o re-crear el orden terrenal como heredero de Ra, primer gobernante del mundo. Es importante destacar que en la cosmovisión egipcia el nombre de una persona implicaba su esencia y, en consecuencia, su conocimiento la ponía de manifiesto con lo cual la utilización del nombre de un dios en el propio realzaba la condición divina, en este caso del gobernante. Nuestra hipótesis es que los argumentos sobre los que se apoya el proyecto político enunciado en el gran nombre real, además de encontrarse en la fraseología empleada en las fuentes reales funerarias también fue expresado en la iconografía del palacio. Ambas variables forman parte de la construcción de la imagen de poder faraónico. Se considera, finalmente, que durante la dinastía XVIII la reiteración de nombres permite distinguir el apelativo a una memoria cultural empleada como instrumento de práctica y de discurso político que sustentaba un proyecto dinástico cuya finalidad era preservar el prestigio y poder imperial, subsumidos en el Segundo Período Intermedio cuando el poder por perdió capacidad de centralización política. La preservación de esta memoria cultural es fundamental para el funcionamiento del mundo desde la cosmovisión egipcia, así como también la supervivencia de la propia civilización. Por esto se buscaría re-construir un proyecto político a nivel dinástico dado a conocer a través de nombre desde el comienzo de la historia.