Caracterización florística y estructural del Bosque Chaqueño Serrano

GIORGIS, M.A; CABIDO, M.; CINGOLANI, A.M.

Editorial Académica Española (EAE)

Año: 2011 p. 215

978-3-8443-4123-2

En los ambientes de montaña históricamente se ha considerado que las variaciones climáticas asociadas al gradiente altitudinal constituyen el principal control de la distribución de la vegetación. De acuerdo con esa aseveración, los estudios pre-existentes de la vegetación de las Sierras de Córdoba concebían la idea de pisos de vegetación con límites altitudinales netos en los cuales cada ecosistema era reemplazado por el siguiente de acuerdo a las variaciones del clima regional. De esta forma, el gradiente altitudinal fue dividido en tres cinturones o pisos de vegetación, siendo el primero de ellos el Bosque Serrano, seguido desde los 1300 m s.n.m. por el Romerrillal o Matorral Serrano y a partir de los 1700 m por los Pastizales y Bosquecillos de Altura. Sin embargo, en los últimos años, muchos autores han sugerido que el disturbio, en particular el creciente disturbio ocasionado por el ser humano, es un factor estructurador muy importante de la heterogeneidad de la vegetación en las montañas, y puede enmascarar incluso los efectos de las variaciones climáticas asociadas a la altitud.. En este contexto, el objetivo general de esta tesis fue analizar los patrones de variación de la vegetación (en términos de fisonomía, composición florística y riqueza) de los pisos de vegetación correspondientes al Bosque Serrano y al Romerrillal, y su relación con factores ambientales y antrópicos. Se realizaron 437 relevamientos florísticos completos, abarcando todas las Sierras de Córdoba hasta los 1700 m s.n.m. Utilizando un método de clasificación multivariado (TWINSPAN), teniendo en cuenta la cobertura de los distintos estratos y formas de vida, los sitios fueron divididos en ocho tipos fisonómicos. Además, también a través de TWINSPAN los sitios fueron clasificados en ocho comunidades florísticas, utilizando las coberturas por especie como variables. Posteriormente se realizaron dos análisis de ordenamiento (DCA), uno según la fisonomía y otro según la composición florística. La influencia de los factores ambientales y de uso sobre la fisonomía, la composición y la riqueza se puso a prueba correlacionando los ejes 1 y 2 de ambos ordenamientos con dichos factores. Las variaciones en composición florística estuvieron estrechamente asociadas con la temperatura, que varía principalmente con el gradiente altitudinal, pero también con la latitud y la longitud. Las variaciones en la fisonomía estuvieron simultáneamente asociadas a la temperatura y a variables relacionadas con el uso de la tierra. La riqueza de especies aumentó con la altitud, en tanto que la asociación de la riqueza con el resto de las variables ambientales y de uso fue muy leve, sugiriendo que múltiples factores podrían estar condicionando esta característica de la vegetación, incluso procesos históricos no considerados en esta tesis. Finalmente se destaca que en la actualidad el uso del hombre a través del fuego, la ganadería y la invasión de plantas exóticas está modelando y transformando fuertemente los patrones de distribución de la vegetación. Además, este trabajo pone de relieve la importancia de interpretar la variación a lo largo de gradientes espaciales como la combinación de procesos ecológicos y evolutivos, más que el resultado de la acción de uno o varios factores actuando en forma independiente, como históricamente había sido considerada la temperatura en contextos montañosos. Considerando los resultados de esta Tesis a la luz de hallazgos realizados en otros lugares del mundo, el Bosque Serrano podría potencialmente desarrollarse en todo el gradiente altitudinal estudiado; por ello se sugiere que la recuperación post-fuego de este ecosistema podría estar condicionada por la interacción entre factores climáticos y la historia de disturbio pasada, ya sea fuego, herbivoría o tala.