CEIL   02670
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES LABORALES
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
El homo constructor: Trabajadores paraguayos en las obras de Buenos Aires
Autor/es:
DEL ÁGUILA, ÁLVARO
Editorial:
CEIL CONICET LIBROS
Referencias:
Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2017 p. 266
ISSN:
978-987-46124-2-7
Resumen:
El Homo constructor:Trabajadores paraguayos en las obras de Buenos AiresÁlvaro Del ÁguilaDr. en Antropología (FFyL-UBA)Lic. en Higiene y Seguridad en el Trabajo (UM)Becario postdoctoralCEIL ? CONICETLa tesis buscó situarse en la confluencia de tres grandes vertientes de indagación: migración, trabajo y poder. Fue el resultado de un acercamiento etnográfico de varios años a obras en construcción de edificios en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Allí, desde un comienzo, al conversar con los obreros, llamó nuestra atención el importante número de trabajadores paraguayos jóvenes y adultos que provenían del sector rural y que se habían dedicado a faenas agrícolas antes de emigrar. Esta situación nos condujo a reflexionar sobre las relaciones específicas que podían existir entre el proceso migratorio hacia el AMBA del trabajador rural paraguayo y su posterior incorporación en la industria de la construcción. ¿Por qué había tantos migrantes que provenían del campo y tan pocos que venían de Asunción u otra gran ciudad del país? ¿Esto tendría que ver con algún tipo de reclutamiento de trabajadores que se llevaba a cabo en estas localidades? ¿Por qué se empleaban en el sector de la construcción? En síntesis, ¿qué relación existía entre el hecho de ser paraguayo, provenir del ámbito rural y trabajar en las obras del AMBA?Como podrá irse apreciando, el objeto de estudio de la tesis no fueron ?los paraguayos?, ?los migrantes? o ?las obras?, sino un subproceso social específico por el que se incorpora nueva fuerza de trabajo a la producción industrial del AMBA. La investigación se propuso la realización de tres objetivos. En primer lugar, identificar las dimensiones históricas del proceso en que se han inscripto la migración y la posterior inserción de varones paraguayos en la industria de la construcción del AMBA. Considerar el proceso histórico nos permitió entrever ciertas causas profundas que subyacían al sistema migratorio-laboral que aportaba fuerza de trabajo paraguaya a las obras del AMBA. Dicho sistema hallaba su sustento en un largo proceso histórico de estructuración de la desigualdad entre nuestros países. Para su legitimación, dicho sistema debió construir por distintos medios una imagen de Paraguay como nación más ?pobre? y más ?atrasada? que la nuestra, ?de la que la gente busca irse?. Para analizar esto, debimos centrar por un momento nuestra atención en el campo paraguayo. Nos dedicamos así a caracterizar tres dimensiones de la experiencia del trabajo en los entornos agrícolas de Paraguay: para qué, entre quiénes y cómo se produce. Vimos que las representaciones y racionalidades que priman en estos entornos guardan importantes diferencias con las del ?homo economicus capitalista? (Bourdieu, 1977). Entre otras cuestiones, mostramos que los trabajadores rurales paraguayos sostienen un sistema de valores específico, en el cual la membrecía a la ?comunidad moral? surge de un sentido compartido del trabajo y del uso de la tierra. En estos ámbitos, el parentesco y la confianza mutua entre las personas se erguían en piedras angulares de la producción, la distribución y el consumo.Ya en Buenos Aires, como segundo objetivo nos interesó pensar a las obras en construcción del AMBA como espacios sociales en los que tienen lugar complejas estructuraciones y yuxtaposiciones de las relaciones étnicas y de clase. Durante el trabajo de campo, y si bien a simple vista no parecía haber grandes diferencias entre las condiciones de trabajo a las que se sometía a obreros migrantes y a nativos, pudimos notar que estas diferencias se tornaban más nítidas al analizar los modos en que el empresariado argentino concebía y valoraba el trabajo aportado por los migrantes paraguayos. La propia naturaleza subrepticia de esta valoración diferencial que el empresariado hacía de la fuerza de trabajo migrante llevaba a que sólo en parte esta se expresara en el salario. A pesar de ello, pudimos captar un amplio abanico de ?pequeñas segmentaciones y distinciones? que ocurrían en el espacio laboral (y no sólo en el mercado de trabajo) y que únicamente afloraban al considerar en detalle el proceso de producción. Sostuvimos así que, lo que a nivel social se presentó como un complejo de segregación/estigmatización/exclusión de los migrantes limítrofes en general, para los trabajadores rurales paraguayos en las obras se tradujo en un proceso de ?etnificación de la fuerza de trabajo? (Wallerstein, 1979), desde la cual el migrante fue ?incluido desde su exclusión? (Halpern, 2009). Ahora bien, el análisis de las yuxtaposiciones y recomposiciones de la etnicidad y la clase en las obras sin duda resultó sumamente complejo. Nos interesó aquí enfatizar en esta complejidad para apreciar que la lógica de la etnicidad coadyuva a garantizar el cumplimiento de la palabra y el establecimiento de confianza en las obras. A nuestro entender, el parentesco, la vecindad y el paisanaje funcionaban como principios articuladores de enorme peso. Revitalizamos así la concepción de Díaz Polanco (1988) que afirmara que, en ciertos contextos económicos y sociales, la etnicidad debe ser considerada como una dimensión de las clases, en tanto y en cuanto la reproducción de lo étnico (re-configuración, diremos nosotros) se enmarca en la dinámica de la subordinación de determinados sujetos a roles específicos en la producción. Esto se hizo visible a través de múltiples cuestiones. Por un lado, vimos que la propia migración hacia el AMBA era interpretada por los trabajadores de origen rural como un proceso de movilidad social ascendente. En este sentido, en sí mismo, venir a Buenos Aires era percibido como un progreso de vida en términos comparativos. Sin embargo, este ?progreso? se enfrentaba, antes o después, con normas implícitas por las que se obstaculiza la integración con plenos derechos de los migrantes limítrofes en Argentina. A partir de esto, sostuvimos que la movilidad de los migrantes paraguayos en la construcción también resultaba sólo aparente, y que lo que verdaderamente tenía lugar era un proceso por el cual los migrantes comenzaban a ocupar cada vez más roles de responsabilidad y jerarquía al interior del proceso productivo, sobre todo con miras a establecer cuadrillas de trabajo más eficientes y ajustadas al mandato productivo. Luego analizamos la exposición a riesgos laborales. Parte del empresariado esperaba que los trabajadores paraguayos acepten más el riesgo que entrañaba el trabajo en las obras dado que, en su carácter de extranjeros y de ?campesinos?, eran pensados por el empleador como más subalterno que los subalternos. Sin embargo, como mostramos, la dimensión del riesgo era entendida por el conjunto de los trabajadores en términos más amplios, diferenciando entre quienes utilizaban el cuerpo y quienes ?la mente?, entre quienes hacían trabajo sucio y quienes trabajo ?limpio?. Así, la experiencia de los trabajadores paraguayos aparecía inmersa en un modelo de "masculinidad física" atravesado por un discurso de clase vinculado a la organización de la industria. La identidad étnica o nacional no era rechazada pero, en este punto, aparecía sobrepasada por este modelo de ?masculinidad obrera?. Y esto porque la masculinidad de los obreros constituía en sí misma un sistema de valores que, en torno al riesgo, establecía diferencias entre quienes trabajaban con el cuerpo y quiénes no. A partir de esto, existían solidaridades que lograban construirse en torno al reconocimiento de condiciones de explotación compartidas y que, en este sentido, servían como expresiones ocupacionales del sentido que los sujetos otorgaban a la clase social. Por el contrario, las diferencias nacionales sólo representaban en este sentido una diferenciación secundaria, que poco decían sobre el riesgo o la masculinidad a los ojos de los obreros.Como último objetivo, nos interesó preguntarnos por los modos en que los trabajadores paraguayos conseguían organizarse en la obra. Analizamos así tanto las distintas expresiones de resistencia a la explotación como los métodos de control empresarial destinados a minimizarlas. En relación a la organización colectiva, esto pareció relevante dado que, a pesar del gran número de paraguayos en la industria de la construcción del AMBA, su participación y representación en el sindicato de trabajadores de la construcción (UOCRA) resulta escasa en términos relativos. Recordemos que la UOCRA se sumó al discurso oficial hacia mediados de la década de los noventa, llevando a cabo campañas xenófobas contra el trabajo de los migrantes. El modo por el cual se criminalizó al migrante durante estos años representa un hito histórico en el proceso de ?etnicización? al que aludió Halpern (2009), y se habría reflejado en los discursos de algunos líderes sindicales para quienes ?la responsabilidad por la falta de trabajo, los accidentes laborales y los bajos salarios no serían ni responsabilidad del gobierno ni de las empresas ni del sindicato, sino culpa de los ?bolitas? y los ?paraguas? que les robarían el trabajo a los trabajadores argentinos? (Grimson, 2006: 83). Al analizar una serie de altercados concretos en las obras pudimos notar que, en general, los conflictos se mantenían en estado latente, ya que ello permitía que el proceso productivo se desarrolle con normalidad. Sin embargo, de tanto en tanto, surgían discusiones que lograban expresar lo que verdaderamente pensaban unos de otros. En estos casos, los conflictos adquirían la forma de ?hechos sociales totales?, en los que se entremezclaban antagonismos de clase y diferenciaciones étnicas y nacionales. De hecho, en más de una oportunidad, ciertos conflictos vinculados a antagonismos de clase terminaban por ser interpretados en clave étnica, como si se tratase de conflictos relacionados a distintos ?modos de ser?. De forma paralela, la diferenciación entre los trabajadores migrantes y el jefe de obra, los arquitectos y otros nativos que cumplían roles no manuales en la industria se basaba en la interpretación de una diferencia ?inconmensurable?. Esta disposición se construía tanto en términos étnicos y nacionales como de clase. Aquí, nos enfrentamos a una interpretación de la nacionalidad en términos de clase. Así, desde el punto de vista de los jefes de obra, nativos y ?blancos?, los trabajadores migrantes venían ?porque en sus países se mueren de hambre?. Hubo muchas preguntas que debimos dejar abiertas y en suspenso. Actualmente, nos encontramos profundizando en cuestiones relativas al riesgo laboral, ampliando la investigación al conjunto de los trabajadores en las obras del AMBA.