CEIL   02670
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES LABORALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Desarrollo económico y niñez: rediscutiendo indicadores y mecanismos de evaluación de las condiciones de vida de los niños
Autor/es:
ALBERTO RAÚL ROSENTHAL; ARIEL MARTÍN SLIPAK; NICOLÁS DVOSKIN
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Jornada; IV Jornadas de Economía Crítica; 2011
Institución organizadora:
Escuelas de Economía Política
Resumen:
Uno de los problemas permanentes que afrontan la humanidad y cada grupo más o menos autónomo en ella, como comunidad política, es el de su reproducción social y cultural. Decimos social y cultural porque de la biológica se encargan los dos sexos. La teoría económica se ha preocupado por definir, medir y determinar categorías tales como ?población potencial?, ?pleno empleo?, ?trabajo socialmente necesario?, ?población excedente?, etc., la sociología económica otras como ?exclusión?, ?pobreza?, etc., y el derecho otras más, como ?derechos humanos?, ?derecho de la niñez? etc. En todos estos conceptos y teorías se explicitan modelos posibles de seres humanos, y de sociedades posibles. Sin duda, un corolario implícito trata sobre una porción de la humanidad que será responsable del futuro: nuestros niños, sean propios o ajenos. Pero, en cualquier caso, el nivel de conocimiento técnico alcanzado permite en la situación de hoy en día aceptar distintas dimensiones del desarrollo de la humanidad, que comprende, además de los aspectos del desarrollo de la producción, el consumo y el intercambio, otros relacionados con la salud y educación de las generaciones futuras. También en este ítem hay problemas teóricos, que refieren al conjunto de valores más o menos explicito que predominan en una sociedad, y que algunos llaman preferencias del consumidor. De hecho, la concepción ortodoxa (neoclásica) del desarrollo tiende a identificar linealmente el desarrollo con el crecimiento del PBI per cápita, tal como muestra Paul Krugman. Esta concepción recibe numerosos cuestionamientos, dos de los cuales han recibido aceptación por parte de la academia, incluso de ámbitos de la propia ortodoxia. De acuerdo con el primero de ellos, a partir de los estudios de Amartya Sen, se asocia al desarrollo con las capacidades y libertades de los individuos para gozar de una vida plena y digna (enfoque del desarrollo humano). De acuerdo con el segundo, la utilización desmedida de los recursos naturales implica comprometer la sustentabilidad de las generaciones venideras (enfoque del desarrollo sustentable). Otras perspectivas han sido más desdeñadas por la propia ortodoxia, y refieren al concepto de desarrollo en clave histórica, es decir, reconociendo la dimensión temporal no sólo respecto a la sustentabilidad de determinados patrones de producción y consumo sino en función de una dinámica económica y social. En general, estas perspectivas explicitan algo que la ortodoxia deja implícito, que es la idea de desarrollo como desarrollo del capitalismo. Cada escuela que ha estudiado al desarrollo económico ?con su correspondiente ideología-, también refiere ?no siempre explícitamente- a una corriente ideológica alternativa sobre la  reproducción de la humanidad. De este modo, los indicadores utilizados para medir ese desarrollo nunca son neutrales ni inocentes, y sirven de sustrato a políticas públicas y privadas. Siguiendo las definiciones anteriores, los economistas se han dedicado a construir numerosos indicadores para evaluar diferentes aspectos del desarrollo económico y la calidad de vida de la población. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), siguiendo las nociones de Sen, elabora sofisticados ránkings mundiales a partir de cuantificar capacidades y carencias de la población. Ahora bien, a la hora de estudiar las condiciones de vida de la niñez, la mayoría de los indicadores no sigue estas definiciones de desarrollo, sino que los mismos se trabajan bajo tradición neoclásica. Esto supone un problema aun mayor en la medida en que las condiciones de vida de la niñez no pueden pensarse como un problema estático, dado que los problemas de los niños de hoy serán problemas acarreados para los adultos de mañana. En una primera etapa de este proyecto, pondremos a discutir a las diferentes concepciones sobre desarrollo entre sí. En segundo término pasaremos revista de cuáles son los indicadores que actualmente se utilizan para evaluar las condiciones de vida de la niñez. En una tercera etapa, nos dedicaremos a reflexionar sobre cuáles son las necesidades de este grupo particular y a partir de ello evaluar si los indicadores resultan adecuados con un enfoque sobre el concepto de desarrollo vinculado a capacidades y ejercicio de libertades, pero no en la clave estática teorizada por Sen e implementada por el PNUD, sino en términos de reproducción dinámica de las condiciones de vida. En una cuarta instancia, estudiaremos brevemente cómo se miden las erogaciones del sector público dirigidas a la niñez y cómo se realiza la evaluación de políticas sociales hacia dicho grupo. En quinto lugar, en función de lo evaluado en las etapas anteriores, nos dedicaremos a proponer una serie de indicadores cualitativos y cuantitativos para evaluar las condiciones de vida de la niñez y las políticas a ellos dirigidas que se ajusten a la noción de desarrollo humano (y aquí, nuevamente, entendiendo humano no como Sen sino como desarrollo de la humanidad). Se enfatiza que la intencionalidad de esta investigación es entablar una posición crítica y reflexiva sobre los indicadores utilizados actualmente, con el fin de elaborar un sistema de estadísticas dirigidas a la niñez a partir del cual se puedan elaborar políticas públicas, con el propósito último de mejorar realmente las condiciones de vida de los niños.