CEIL   02670
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES LABORALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Introducci¨®n
Autor/es:
PAULA LENGUITA Y JUAN MONTES CAT¨®
Libro:
Resistencias laborales. Experiencias de repolitizaci¨®n del trabajo en Argentina
Editorial:
elaleph
Referencias:
Lugar: Mexico; Año: 2008; p. 3 - 8
Resumen:
Tras la ca¨ªda de la convertibilidad econ¨®mica, nuestro pa¨ªs ha protagonizado una reactivaci¨®n del conflicto laboral. En gran medida la puja salarial explica el incremento de la protesta, predecible en un modelo de desarrollo econ¨®mico que genera p¨¦rdida de ingresos por la v¨ªa de la inflaci¨®n. Pero m¨¢s all¨¢ de esta evidencia progresiva, es necesario advertir que la nueva etapa supone un marco propicio para la superaci¨®n del cors¨¦ del menemismo neoliberal: impulsor de una pol¨ªtica antisindical y reaccionaria frente a las reivindicaciones de los trabajadores. Este nuevo par¨¦ntesis en la historia sindical tiene una validez arbitraria bajo la noci¨®n de (re) activaci¨®n, tal f¨®rmula interpretativa no alcanza a explicar, sino parcialmente, el proceso ampliado de confrontaci¨®n; en primer lugar porque no es la consecuencia directa de la labor desarrollada por el conjunto de las organizaciones vinculadas, de uno y otro modo, con el trabajo; en segundo lugar, porque, en el per¨ªodo anterior de retroceso gremial, han coexistido experiencias ricas en resistencia social ligadas a los sectores m¨¢s desfavorecidos por el rumbo neoliberal que se impuso en la Argentina. M¨¢s bien se deber¨ªa sostener que: a partir de la crisis del 2001 se materializa una reacci¨®n organizada frente a la ofensiva patronal, en un contexto general donde la mayor¨ªa de las estructuras sindicales tradicionales se aferraron a una neutralidad pol¨ªtica para sobrevivir sin inquietar. Por lo visto, y en contra de las tendencias desmovilizadoras del conjunto, hubo agrupamientos que desafiaron los duros transes impuestos por el conservadurismo gremial. El nuevo protagonismo de este siglo cuenta con una experiencia m¨²ltiple y heterodoxa de la protesta social, que reformula los par¨¢metros de ¨¦poca del movimiento obrero. Por un lado, se cuenta con pr¨¢cticas movimentistas dispuestas a liderar las demandas de los desocupados pobres, sin dudas, los nichos laborales m¨¢s indefensos tras el alud de la reconversi¨®n econ¨®mica del menemismo. Por otro lado, existi¨® la acci¨®n consagratoria de gremios estatales que, tal vez por su naturaleza, han sido intransigentes frente a los abusos patronales y defensores inclaudicables del patrimonio estatal, como alternativa vital en ese vac¨ªo reinvindicativo. En un sentido intermedio, las empresas recuperadas por sus trabajadores han sido un campo de experimentaci¨®n en el que confluyeron muchas de esas resistencias laborales, en tono movimentistas y gremial alternativo, por ello son un hito social de envergadura al considerar la actualidad del auge confrontativo; impulsando as¨ª una renovaci¨®n del mapa pol¨ªtico bajo el cuestionamiento de la propiedad sobre los medios de producci¨®n, sin dejar de afianzar la disyuntiva sobre las explotaci¨®n mercantil del trabajo. Tenemos, pues, antecedentes valiosos de las resistencias que lograron constituirse en baluartes de los trabajadores. Antecedentes de los cuales nutrirnos para no caer en afirmaciones simples, que distorsionen la historia y sean, en definitiva, funcionales a los discursos empresariales de paz social.