CEIL   02670
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES LABORALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Reconfiguración de la práctica sindical: tradiciones de lucha obrera y saberes políticos en los lugares de trabajo
Autor/es:
VENTRICI, PATRICIA; MONTES CATÓ, JUAN SEBASTIÁN
Libro:
Recomposición del capital y respuestas sindicales en Argentina ¿Hacia nuevas relaciones laborales?
Editorial:
Ediciones Universidad NAcional de General Sarmiento
Referencias:
Lugar: Los Polvorines, Buenos Aires; Año: 2015; p. 125 - 144
Resumen:
La trayectoria sindical durante el kirchnerismo con sus flujos, reflujos y realineamientos es tributaria de los grandes cambios operados en los espacios productivos y en el campo político durante el período de ofensiva del capital sufrido con la instauración neoliberal de los noventa. Allí se consolidó el proceso de desindustrialización y endeudamiento, que se tradujo en un grave deterioro del mercado laboral, dando lugar a un crecimiento sostenido de los índices de desocupación e informalidad y a una expansión de múltiples modalidades de precarización del empleo. En este contexto, frente al debilitamiento de los recursos financieros, legales, organizacionales y simbólicos, el sindicalismo se vio atravesado por una profunda crisis institucional que decantó en un cuestionamiento generalizado de las formas tradicionales del poder sindical y a partir de la cual se transformó la relación de las organizaciones con el Estado. El modelo sindical emergente y dominante fue el que se caracteriza como un sindicalismo empresarial consustanciado más con las lógicas de acumulación y rentabilidad empresaria que con aquella tradición de lucha de las bases obreras y sectores populares. Se encontró entonces con el desafío -aún vigente y en buena medida irresuelto- de readaptar su noción clásica de trabajador a las nuevas situaciones emergentes (trabajadores informales, tercerizados, precarizados, desocupados) que diversificaron enormemente su base social de sustentación, con nuevos sujetos sociales que pregonaron y pusieron en práctica formas institucionales más horizontales y democráticas y también la necesidad de repensar las tácticas y estrategias para enfrentar la expansión de un capitalismo depredador que opera a escala global.Con estas deudas pendientes, el sindicalismo entró en una nueva etapa a partir de las post-convertibilidad. La recuperación del entramado productivo permitió una recomposición del mercado de trabajo que, junto con la actualización de tradiciones históricas, habilitó un fortalecimiento del rol de los sindicatos en el marco de la conflictividad laboral desde una posición de fuerza mucho más ventajosa. Esto le posibilitó robustecer sus estructuras y conseguir importantes beneficios para la porción más estable de los trabajadores en el marco de la puja distributiva. La reinstalación del Salario mínimo vital y móvil junto a las sucesivas paritarias que cubren de manera directa a los trabajadores asalariados permitió ejercitar un derecho casi olvidado por los sindicatos apuntalando un enorme proceso de incorporación de militantes y delegados sindicales que tuvieron sus primeras experiencias de organización y lucha amparados por la mayor estabilidad. Esa incorporación produjo la repolitización de las bases obreras atentas a un proceso de politización general de la sociedad.En ese marco se promovieron nuevas normas regulatorios para instituir derechos a colectivos de trabajadores que fueron históricamente relegados por la legislación laboral como los trabajadores rurales y el servicio doméstico. En línea con la ampliación de derechos y quebrando con tendencias fuertemente instaladas de exclusión de beneficios, se llevaron adelante medidas que apuntalaron a los sectores obreros más relegados. Por un lado, la estatización de los fondos jubilatorios (contribuyendo a la inclusión en el régimen a aquellos que estaban excluidos debido a la falta de cumplimiento del mínimo de años aportados y que en estos días escribe un nuevo capítulo); por el otro, la ampliación del sistema de protección social (Asignación Universal por Hijo) que impactó favorablemente en los estratos más vulnerables de la clase obrera. A pesar de muchas de las conquistas obtenidas, el neoliberalismo viene recomponiendo sus estrategias tanto en nuestro país (condicionando ciertas lógicas del mercado de trabajo, las relaciones laborales y configuraciones de actores sociales) y aplicando políticas de ajuste descarnadas en muchos de los países centrales (cristalizando de ese modo también las desigualdades preexistentes entre naciones). Ese reposicionamiento neoliberal espera agazapado el fin de los procesos de transformación social de muchos países latinoamericanos y compone territorios periféricos del capitalismo donde opera el capital trasnacionalizado haciendo pesar el control sobre circuitos productivos monopólicos u oligopólicos. En este capítulo nos interesa analizar los cambios operados en la configuración sindical partiendo de un abordaje que concilie los procesos de largo y mediano plazo, lo legados y los giros económico-políticos que habilitan nuevos desafíos si se pretende profundizar los avances alcanzados atentos las contradicciones a las que están sometidas las formaciones sindicales.