Sindicalismo y Mundo del Trabajo en la Argetina Reciente (2001-2011)

ABAL MEDINA, PAULA

La forma sindical en debate. Miradas Latinoamericanas

Nueva Trilce

Lugar: Buenos Aires; Año: 2011;

Durante el último cuarto del siglo XX se conjugaron y potenciaron en la Argentina dos dinámicas sociales: por un lado, la degradación generalizada de la condición de trabajador; por otro, la intensificación de las desigualdades y fracturas sociales. Ambas dinámicas transformaron la vida de los sectores subalternos y, en particular, sus relaciones, formas de organización y modos de politización y disputa social. Si hasta entonces la forma sindical se había constituido en la institucionalidad privilegiada de reconocimiento y organización de lo subalterno, la profundidad de los cambios visibilizó sus límites, puso en juego su eficacia, y acentuó sus rasgos más conservadores. Por este motivo el proceso de resistencia y lucha laboral/popular que inició la recomposición social, desbordó e incluso enfrentó los cauces del sindicalismo institucional: ya sea como expresión disidente al interior de la única central admitida legalmente (el MTA de la CGT); como nueva central sindical (la CTA); como numerosos movimientos y organizaciones con inscripción territorial o en los lugares de trabajo. También a través de frentes nacionales que convergieron en expresiones de fuerte gravitación como La Marcha Federal o el Frente Nacional contra la Pobreza. Desde el 2003, tras los sucesos de cariz destituyente que se desencadenaron en el 2001, las construcciones reseñadas en el párrafo anterior comenzaron, aún en sus heterogeneidades, a matizar el sesgo más desinstitucionalizado de su accionar, ya sea recuperando los espacios institucionales existentes o exigiendo reconocimiento y derechos a gobiernos que modificaron el sentido y la dirección de una parte significativa de las políticas estatales que habían regido la vida nacional durante la etapa 1975-2001. En este contexto el sindicalismo recupera centralidad y dinamismo. La baja sostenida del desempleo impulsa fuertemente la negociación colectiva que ascendió de 200 convenios colectivos anuales negociados durante el año 1991 hasta casi 2000 durante el 2010. No sólo ha aumentado cuantitativamente la negociación colectiva, sino también sus niveles de cobertura respecto del conjunto de trabajadores, y su eficacia en términos de determinación colectiva del salario. A pesar de ello, los resultados al momento de evaluar la capacidad de plantear e impulsar la distribución de las ganancias y la riqueza y/o de expandir los derechos y condiciones recuperadas al conjunto de los trabajadores, son más limitados. También al momento de analizar las transformaciones de la forma sindical en función de las registradas en el mundo del trabajo y su capacidad para articularse con otras formas de organización de los sectores subalternos. En este contexto desde diversos nucleamientos e idearios sindicales se coincide en destacar la centralidad del trabajador y sus organizaciones para disputar un proyecto societal; no obstante, las divergencias entre estos nucleamientos e idearios se vuelven ostensibles al definir los contenidos, sujetos y métodos para impulsarlo. El presente artículo se propone identificar y analizar las disputas en torno a la forma sindical y los modos de recomposición y organización de los sectores subalternos en relación con los rasgos que caracterizan al mundo del trabajo en la Argentina contemporánea.