CEIL   02670
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES LABORALES
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
El Ingreso Universal de Arrow y Debreu
Autor/es:
NICOLÁS DVOSKIN
Revista:
REALIDAD ECONOMICA
Editorial:
Instituto Argentino para el Desarrollo Económico
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2011 p. 138 - 158
ISSN:
0325-1926
Resumen:
En el presente trabajo nos proponemos presentar un recorrido histórico y teórico acerca de lo que ha sido conocido como la propuesta del Ingreso Universal (I.U.), o también Ingreso Ciudadano o Ingreso Básico. Esta consiste en la puesta en práctica de una entrega a todos los ciudadanos de determinado territorio de una cantidad de dinero equivalente a la canasta básica de bienes. De esta manera, se entiende que se solucionarán los problemas endógenos de una economía crudamente capitalista sin caer en las ineficiencias y rigideces de las estructuras estatales de bienestar. La hipótesis que pretendemos poner a prueba es que, más allá de las fundamentaciones sociológicas con fuerte contenido crítico respecto a los procesos de reforma neoliberal, en cuanto a la teoría económica que le subyace esta se sostiene en argumentos estrictamente neoclásicos. Pretendemos mostrar, sin ir más lejos, que la fundamentación que sostiene las argumentaciones a favor del Ingreso Universal son las que se encuentran en el Segundo Teorema del Bienestar de los economistas neowalrasianos Kenneth Arrow y Gerard Debreu, originalmente planteado por Abba Lerner en su Economía de Control (1951). La propuesta neowalrasiana de Arrow y Debreu intenta, en un primer lugar, demostrar la eficiencia de la asignación competitiva de recursos, a través de lo que se ha llamado Primer Teorema del Bienestar, según el cual todo equilibrio competitivo es eficiente en sentido paretiano. En un segundo momento, y frente a las evidentes carencias en términos distributivos de los criterios paretianos de optimalidad, proponen el Segundo Teorema del Bienestar según el cual las causalidades se invierten: ahora, toda asignación eficiente puede ser alcanzada mediante el equilibrio competitivo, dadas las dotaciones iniciales. De esta manera, la alteración exógena de las dotaciones permitiría alcanzar, vía mercados competitivos, equilibrios eficientes que, a su vez, den cuenta de valoraciones distributivas. Si bien algunos de los autores que más han insistido en el camino del I.U., como Bruno van den Linden (1999), son explícitos en el uso del herramental neoclásico, las fundamentaciones originales de esta propuesta, como las de Robert van der Veen y Philippe van Parijs (1986), carecen de fundamentación explícita en términos económicos. Particularmente, la propuesta de van der Veen y van Parijs en Un Camino Capitalista hacia el Comunismo (1986), que ha sido retomado por una inmensa cantidad de institutos y escuelas de pensamiento heterodoxo incluso en la Argentina, muestra a trasluz una argumentación muy similar a la utilizada por Arrow y Debreu: si se modifican las dotaciones iniciales –en este caso, si a cada persona se le da un ingreso mínimo-, es posible alcanzar equilibrios eficientes con mejor distribución del ingreso. En este trabajo pretendemos demostrar, entonces, que la argumentación a favor del I.U. se fundamenta en estos teoremas y, sobre todo, comparte con ellos una serie de elementos clave como la competencia perfecta, la maximización individual y la Ley de Say, lo que nos permite afirmar que, en términos económicos, se trata de una propuesta neowalrasiana.