CEIL   02670
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES LABORALES
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
PobresTrabajadores. Contradicciones de las clases populares en la ?década disputada?
Autor/es:
PAULA VARELA
Revista:
Sudamericana. Revista de ciencias sociales
Editorial:
Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Humanidades
Referencias:
Lugar: Mar del Plata; Año: 2014 p. 217 - 235
ISSN:
2250-7779
Resumen:
Este texto surge de mi participación en el III Encuentro Internacional de Teoría y Práctica Política ?Estado, política y transformaciones en América Latina? de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Allí fuimos convocados distintos investigadores bajo la consigna ?2003-2013, la década disputada?. En 2005, Denis Merklen publicaba su Pobres ciudadanos como lectura local del proceso de ?desafiliación? que aparecía como saldo social de 20 años de democracia constitucional en Argentina. El centro de su reflexión consistía en remarcar, en clave casteliana, el empobrecimiento del carácter de ciudadanos (derechos civiles, políticos y sociales) que implicaba para centenas de miles de pobres urbanos el fin de la sociedad salarial y su sistema de inclusión social a través del trabajo asalariado. Queremos tomar la metáfora de Merklen (que ya hemos criticado en su momento ) para decir que a diez años de kirchnerismo lo que nos encontramos es la sociedad de los pobres trabajadores. Ni excluidos, ni marginales, ni desafiliados: trabajadores pero pobres. Lo primero que plantea esta afirmación es un cuestionamiento que, a través de la empiria, dispara contra la teoría de la desafiliación que está en el centro del texto de Merklen pero que es el punto de vista más o menos explícito de la mayoría de los análisis sobre los pobres urbanos, la vida en los barrios populares e incluso algunos análisis de los movimientos piqueteros o de desocupados. Es decir, dispara contra la polarización entre dos fantasías con remembranzas funcionalistas: la de la Argentina pre setenta como la ?sociedad de la inclusión? y la de la Argentina pos ochenta como la de la ?sociedad de la exclusión?. Como señaló Silvia Sigal en el prólogo crítico a la obra de Merklen, la idea de desafiliación es el opuesto complementario de la idea de cohesión social (de allí su fuerte raigambre durkheimniana), no sólo como lectura de la sociedad de posguerra, sino como objeto deseable, como ilusión política. Y es, como también alerta Sigal, la negación (por incompatibilidad o por voluntad expresa) de la otra gran ?tradición sociológica?, la que interpreta las crisis sociales (como la de la sociedad de la posguerra) en clave de conflicto, de lucha, de clases para decirlo en términos clásicamente marxistas. Pues bien, el kirchnerismo encarnó casi religiosamente la fantasía teórica devenida ilusión política de la cohesión social y se propuso el retorno a la ?sociedad de la inclusión?. No fue menor esa tarea (de hecho, es la importancia de esa tarea lo que le ha dado un lugar en la historia política argentina) en la medida en que ese retorno implicaba negar la crisis de la sociedad incluyente como consecuencia de sus propias tensiones, y configurarla como ?desvío?, como ?error? que, de ser re-conducido, podía lograr llevar de vuelta al paraíso perdido. Podríamos decir que el kirchnerismo se propuso la no sencilla tarea de salir del ?momento marxista? del 2001 (es ese ?el infierno?, no el neoliberalismo que en definitiva es una forma determinada de la inclusión) donde la ilusión de chesión social se despedaza entre cortes de ruta, saqueos y manifestaciones urbanas; para intentar un nuevo ?momento durkheimniano? posneoliberal. Y, al hacerlo, mostró que la ?inclusión? posneoliberal es la de los ?pobres trabajadores?. Veamos.