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En los sistemas fluviales con llanura aluvial, la biocomplejidad resulta de la interacción de procesos que operan a distintas escalas espaciales y temporales. Estos pueden ser estudiados conjuntamente por la teoría de metacomunidades que considera los procesos de interacción locales y la dispersión. La comprensión del funcionamiento de los ecosistemas se construyó mayoritariamente sobre la base de una perspectiva determinística de nicho ecológico encauzada por las teorías generales de la Ecología de Comunidades, y que difícilmente se ajustan a los sistemas no lineales o complejos. En este sentido, entendemos que dos tipos de procesos modifican las predicciones generadas por los mecanismos de interacciones locales: los procesos de dispersión en la metacomunidad y las dinámicas alejadas del equilibrio. Ambos generan la emergencia de dinámicas complejas, en algunos casos caóticas que facilitan la coexistencia de especies en una comunidad local. En base a esto nos avocamos a evaluar el funcionamiento del ecosistema aluvial del río Paraná utilizando herramientas que permitan el análisis de la diversidad genética, taxonómica y funcional de los ensambles de microorganismos, para analizar los mecanismos que las estructuran y rigen su dinámica. Entre las preguntas que pretendemos responder se encuentran: ¿cuál es la importancia relativa de los procesos caóticos y determinísticos en la construcción de la diversidad microbiana?; ¿funcionan los sistemas fluviales aluviales como sistemas adaptativos complejos?