INVESTIGADORES
MASTRANGELO Andrea Veronica
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Campesinos o trabajadores rurales? Pensando tipologías sociales para caracterizar un paraje rural del sureste de Santiago del Estero
Autor/es:
MASTRANGELO, AV; DEAMBROSI ROSTÁN, NH
Lugar:
Santiago del Estero
Reunión:
Congreso; 9º Encuentro de Jóvenes Investigadores; 2009
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Santiago del Estero, El Colegio de Santiago
Resumen:
El presente trabajo es parte de una investigación en curso en el paraje rural Pozo Herrera, Departamento General Taboada, provincia de Santiago del Estero, en el marco de un programa de prevención, vigilancia y control de la enfermedad de Chagas liderado por la ONG Fundación Mundo Sano. El objetivo de este artículo es precisar los conceptos teóricos que describen la historia de los pobladores de este paraje y construir una tipología que de cuenta de las formas actuales de producción y tenencia de la tierra. Las metodologías aplicadas fueron cualitativas (entrevistas en profundidad y observación participante) y cuantitativas (censo de las unidades de tierra con caracterización de uso social y productivo del espacio), además de revisión bibliográfica y de archivo. A lo largo del texto, en primer lugar hacemos una reseña histórica del poblamiento y las principales actividades económicas en el paraje y la zona desde fines del Siglo XIX. Asi tenemos que la llegada del ferrocarril al sudeste santiagueño entre 1891 y 1912, junto con la explotación forestal, formó centros de población efímeros. Uno de esos núcleos forestales, Añatuya ubicado a 35 Km. de Pozo Herrera, se convirtió en centro de gran actividad comercial. Cuando se construyeron las líneas secundarias al interior del Chaco Santiagueño los poblados se ubicaron en zonas cercanas a las estaciones. Esta relación entre ferrocarril y obraje se reprodujo aun en los tramos periféricos de la línea ferroviaria, llamados trenes “ramaleros” uno de los cuales pasaba por Pozo Herrera. A diferencia de la venta de quebracho para extracción de tanino en el norte provincial y la producción de durmientes para las líneas férreas en otros sectores de la provincia (Ospital 1990, Girbal Blacha 1992, Zarrilli 2008), suponemos que es probable que por la cercanía con Santa Fe y Buenos Aires los productos forestales de esta zona se vendieran como combustible especialmente para satisfacer las demandas de las ciudades del litoral durante las crisis energéticas asociadas a las guerras mundiales (Cozzo 1967). En la segunda sección, describimos la organización social de Pozo Herrera en el presente, en la que todavía se produce carbón y leña para vender a granel en Rafaela o Buenos Aires. El análisis de los registros de campo nos permite problematizar la pertinencia de la categoría “campesino” y dar cuenta de las formas en que los habitantes del paraje se insertan como trabajadores rurales en producciones agrícolas capital intensivas. Esto es, si bien muchos de los pobladores de Pozo Herrera realizan producción para subsistencia con trabajo familiar, también son asalariados del campo en un contexto local de expansión de las grandes plantaciones de soja, con la particularidad que por residir en zona rural pueden producir algunos alimentos (huevos, gallinas, chivos, ovejas, maiz, zapallo y sorgo para forraje). Así, podemos decir que la actividad económica de Pozo Herrera combina la producción familiar de ganado caprino para subsistencia y venta en el mercado local con la venta de fuerza de trabajo estacional en la localidad y fuera de ella. Localmente se insertan como trabajadores rurales en campos de soja, en la elaboración de ladrillos, en obrajes esporádicos sobre monte nativo, en producción de carbón vegetal, en desmonte de campos y en elaboración de leña y postes. En el Valle de Catamarca y en Rojas y Pergamino en la provincia de Buenos Aires, se ocupan para empresas transnacionales productoras de semillas híbridas de Noviembre a Marzo (desflore de maiz). Las explotaciones agrarias de los campesinos-trabajadores del paraje ocupan Unidades de Tierra (Mathieu de LLinás 2007). Definimos como Unidad de Tierra al espacio social que ocupan las Unidades Domésticas de Pozo Herrera constituido por dormitorio con alero, horno de barro, gallineros, corrales, bretes, pozos, bebedero de ladrillo, picas o caminos internos para el transporte, cercos, aljibes, represas, sembradíos, cría de animales, aguadas, con o sin alambrado/cerco perimetral. En la mayoría de los casos, la superficie de una Unidad de Tierra no constituye una Unidad Económica de explotación agrícola sustentable para el eco región. El dato crítico en base al cual construimos nuestra tipología es que desde los inicios de la ocupación del espacio en esta región, las Unidades Domésticas se caracterizaron por la no propiedad de la Unidad de Tierra en uso. Los pobladores llegaron como trabajadores de la industria extractiva de monte y se instalaron con su grupo de parientes en predios sin delimitar, aprovechando la ausencia de interés capitalista por la tierra como medio de producción. Así se capitalizaron como productores familiares ganaderos extensivos hasta que en la década de 1980 comenzaron a descapitalizarse al iniciarse un proceso de apropiación ilegítima en manos de grandes propietarios. Como resultado de este proceso histórico, actualmente el paraje se compone de tres tipos de explotaciones agrarias: campesinos-trabajadores descapitalizados, campesinos-trabajadores capitalizados en litigio por la tenencia de la tierra y latifundistas. Esta tipología da cuenta de la estructura social del paisaje de varios parajes rurales del Sureste santiagueño en los que se distingue entre la villa (compuesta por unidades de tierra con tenencia regular de 10 Has. ó menos), propietarios en litigio (de 25 a 1000 Has) y las estancias (con superficies superiores a 2000 Has.). La hipótesis que esta tipología contribuye a validar es que las relaciones entre las explotaciones agrarias locales están signadas por el conflicto por la propiedad de la tierra y por la apropiación de los recursos naturales. El agua, la leña, las pasturas, tanto como las servidumbres de paso son motivos de disputa entre propietarios legítimos que no renuncian a su derecho y  apropiadores legales. Mientras que aceptar el status quo de la expropiación en manos de las estancias o permanecer en conflicto con ella es lo que enfrenta entre sí a las Unidades Domésticas de los campesinos-trabajadores residentes en la villa. Estos conflictos resultan estructurantes de las relaciones sociales del paraje, condicionando tanto las posibilidad de acción colectiva, como la implementación de mejoras productivas (lideradas por la ONG Instituto de Cultura Popular –INCUPO-) y sanitarias (programa de mejoramiento de viviendas para el control de la endemia chagásica, ONG Fundación Mundo Sano) .