INVESTIGADORES
PARRAS ana maria
congresos y reuniones científicas
Título:
Paleoambiente y Paleontología de la Formación Loncoche (Cretácico Superior) en Ranquil-Có, sur de la provincia de Mendoza, R. Argentina
Autor/es:
GONZÁLEZ RIGA, B. J.; PARRAS, A.
Lugar:
Bahía Blanca
Reunión:
Congreso; 7º Congreso Argentino de Paleontología y Bioestratigrafía; 1998
Institución organizadora:
UNS
Resumen:
En la localidad de Ranquil-Có, sur de la provincia de Mendoza, la Formación Loncoche (Campaniano superior-Maastrichtiano), integrada por 180 m de areniscas, pelitas, calizas y evaporitas, ha brindado una variada fauna de vertebrados e invertebrados fósiles. Su estudio, junto con un detallado análisis sedimentológico, ha permitido establecer conclusiones paleoambientales. Desde la base al techo se han reconocido 6 asociaciones de facies, que representan diferentes ambientes depositacionales. La asociación de facies A, de carácter granodecreciente y 26 m de espesor, correspondería a un ambiente fluvial. Está constituida por areniscas conglomerádicas gruesas y medias con estratificación entrecruzada en artesa en la base y areniscas finas en el techo. Suprayace la asociación de facies B, formada por 20 m de arcilitas y limolitas macizas y laminadas, con delgadas intercalaciones de areniscas finas y evaporitas hacia el techo, depositadas en un ambiente lacustre. La asociación de facies C, de 65 m de espesor, está constituida por bancos de areniscas medias calcáreas y packstones bioclásticos y oolíticos, intercalados con limolitas, areniscas finas y tufitas. Los packstones, integrados por moluscos de agua dulce (Paleoanculosa bullia (Ihering), Paleoanculosa sp. y Diplodon sp.), también contienen escasos restos de vertebrados dulceacuícolas (Ceratodus sp. y tortugas Chelidae) y de hábitos marino-litorales (Plesiosauria indet.). Esta asociación indicaría cuerpos de agua dulce en conexión con el mar, donde ciclos de baja energía se habrían alternado con algunos episodios de mayor energía, que probablemente correspondan a eventos de tormentas, representados por areniscas y packstones bioclásticos, con oolitas e intraclastos subordinados. La asociación de faces D, de carácter granodecreciente y 15 m de espesor, comienza con areniscas gruesas a medias con intraclastos pelíticos y estratificación entrecruzada en artesa, continúa con areniscas finas con estratificación entrecruzada tangencial bipolar, y finaliza con limoarcilitas laminadas carbonosas hacia el techo. De los niveles más gruesos procede una variada y fragmentaria asociación de vertebrados, integrada por peces (Rajiformes indet., cf. Atractosteus sp., Lepidotes sp., Percoidei indet. y Ceratodus sp.), anfibios (Leptodactylidae indet.) y reptiles (Chelidae indet., Boidae indet., Theropoda indet., Titanosauridae indet., y Plesiosauria indet.). Esta tafofacies, que forma concentraciones de tipo lag, y que incluye una notable variedad de taxones de requerimientos ecológicos diversos (terrestres, de agua dulce y marino-litorales), indica asociaciones de carácter mixto, parautóctonas y alóctonas, pudiendo ser comparadas con las procedentes de otras localidades surmendocinas (El Zampal) y patagónicas (entre ellas Los Alamitos, de Río Negro) referidas todas a paleoambientes marino-marginales y lacustres relacionados con la ingresión Atlántica de fines del Cretácico. Por todo esto, se interpreta a la asociación D como depósitos de canales y llanuras mareales de ambientes marino-marginales, tales como deltas o estuarios. La asociación de facies E, de 5 m de espesor, se integra con areniscas bioturbadas seguidas por una secuencia heterolítica, culminando con un potente banco de boundstone algáceo. Esta asociación representaría un ambiente de llanura intermareal, que se hace supramareal hacia el techo. Finalmente, la asociación de Facies F está formada por 45 m de yeso nodular con delgadas intercalaciones de limolitas y areniscas finas con estratificación entrecruzada en artesa. Corresponde a ciclos subácueos y subaéreos alternantes, propios de ambientes supramareales, tales como sabkhas costeros. En síntesis, desde la base de la Formación Loncoche, tanto el registro paleontológico como las evidencias sedimentológicas indican una progresiva influencia marina, que culminaría en el Maastrichtiano superior con la depositación de las sedimentitas de la Formación Jagüel suprayacente