INVESTIGADORES
OROS Laura Beatriz
congresos y reuniones científicas
Título:
Medición del perfeccionismo infantil: Desarrollo y validación de una escala para niños de 8 a 13 años de edad
Autor/es:
OROS, LAURA
Lugar:
Universidad Católica de Perú
Reunión:
Congreso; 29º Congreso Interamericano de Psicología; 2003
Institución organizadora:
SIP
Resumen:
El Paradigma Cognitivo otorga fundamental importancia al sistema de creencias porque considera que éstas determinan la forma en que las personas evalúan el entorno y reaccionan ante él. Según Ellis (1975, citado en Labrador, Cruzado y Muñoz, 1998), cuando las creencias son irracionales constituyen el elemento principal de los problemas psicológicos. Las creencias irracionales se caracterizan por ser dogmáticas y demandantes. Se expresan en forma de obligación, necesidad imperiosa o exigencia y se verbalizan en términos de "tengo que", "debería" y "estoy obligado a", de tal forma que su no consecución provoca emociones negativas que interfieren en la persecución y obtención de metas. Dentro de las creencias irracionales propuestas por Ellis podrían incluirse los pensamientos perfeccionistas.                 El perfeccionismo implica un conjunto de creencias acerca de lo que el individuo considera que debe llegar a ser, y el nivel de estrictez con que intenta cumplirlo. Estas creencias son absolutistas, rígidas e irracionales (Blatt, 1995). Las personas perfeccionistas muestran pensamientos excesivos acerca de sus propios fracasos, un elevado nivel de autocrítica, metas poco realistas, atención selectiva, sobregeneralización del fracaso y un estilo de pensamiento “todo o nada” que sólo considera el éxito total o el fracaso total (Hewitt y Flett, 1991b).                 Hewitt y Flett (1991a) distinguen tres dimensiones del perfeccionismo: (a) un perfeccionismo orientado a otros, que tiene que ver con altas exigencias, metas no realistas y elevado nivel de crítica hacia los demás, (b) un perfeccionismo orientado hacia sí mismo, que tiene que ver con altas exigencias, metas no realistas y elevado nivel de crítica hacia sí mismo y (c) un perfeccionismo prescripto socialmente que tiene que ver con la percepción de que otros mantienen expectativas exageradas e irreales hacia uno, que son difíciles y hasta imposibles de cumplir, pero que deben alcanzarse para lograr la aprobación y aceptación. Mientras la primera dimensión ha sido asociada especialmente a conflictos interpersonales, las dos últimas han sido asociadas a un importante malestar psicológico (Hewitt y Flett, 1991b). Numerosos estudios (Flett et al.,1998; Hewitt y Flett, 1993; Blatt, 1995; Hewitt y Flett, 1991a; Hewitt y Flett, 1991b) han encontrado que existe una fuerte asociación entre la frecuencia de pensamientos perfeccionistas y la aparición de diversos disturbios psicológicos como el estrés, la depresión, los desórdenes alimenticios, el alcoholismo, el suicidio, algunos desórdenes de personalidad como el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad, el pánico, los trastornos psicosomáticos, las disfunciones sexuales y el comportamiento tipo A. Estos datos fueron aportados por distintos autores que han estudiado el perfeccionismo en sujetos adultos. En este trabajo sugiero que si se pudiera diagnosticar tempranamente el perfeccionismo para sugerir un abordaje psicológico adecuado, podrían prevenirse muchas de estas alteraciones. Además el estudio del perfeccionismo durante la niñez podría posibilitar la detección de aquellos factores que predicen la aparición de este tipo de creencias y las situaciones que favorecen su mantenimiento.  Debido a esto es que me propuse como objetivo diseñar una escala de perfeccionismo para niños y estudiar sus propiedades psicométricas.