La importancia de la meso y macrofauna edáfica y su uso en la evaluación de la calidad del suelo

BEDANO, J.C.

Rosario, Argentina

Congreso; XV Congreso AAPRESID; 2007

AAPRESID

RESUMEN DE LA CONFERENCIA. El objetivo de esta contribución es revisar la información existente en relación a la importancia de la meso y macrofauna del suelo y su utilización como bioindicadora de la calidad de suelos, presentando un estudio de caso en donde la fauna aporta valiosa información. Los conceptos actuales de calidad de suelo hacen hincapié en ciertas funciones del suelo, las funciones de sostén de la vida (FSV), que son esenciales para el mantenimiento de la calidad ambiental y la salud humana. La fauna edáfica está fuertemente involucrada en varios procesos importantes que permiten que el suelo provea las FSV: fragmentación y descomposición del material orgánico, reciclado y disponibilidad de nutrientes, capacidad de auto depuración, filtrado del agua y del aire, degradación de contaminantes, formación de estructura del suelo (bioturbación y formación de agregados) y estabilidad del ecosistema (y de redes tróficas relacionadas). Por ello la calidad del suelo es altamente dependiente de la fauna. En los sistemas de siembra directa, ante la ausencia de mezcla mecánica del suelo, la actividad de la meso y macrofauna adquiere mayor importancia dado que son los responsables del enterramiento y la mezcla de los residuos orgánicos con la parte mineral del suelo, favoreciendo la estabilización de las sustancias húmicas y evitando la pérdida de nutrientes por lavado superficial. En este contexto, se evidencia una necesidad de contar con indicadores que detecten amenazas a la preservación de las FSV. Numerosas propiedades de la fauna edáfica han sido propuestas como indicadores, desde una especie en particular hasta comunidades y procesos biológicos. La meso y macrofauna cumplen con los criterios propuestos para los bioindicadores, respondiendo sensiblemente a las perturbaciones antropogénicas en escalas de tiempo que son relevantes para el manejo del suelo y es considerada de utilidad para determinar el grado en el cual el suelo está siendo afectado por las actividades humanas. Ambos grupos son muy ricos en especies, con variadas tácticas de historia de vida, diferentes preferencias y sensibilidades a factores ambientales y potenciales agentes estresantes. Estas características permiten su uso como bioindicadores. A pesar de esto la utilización de la meso y macrofauna como indicadora de la calidad de suelos se encuentra recién en una etapa inicial. El grupo INCA-Suelos de la Universidad Nacional de Río Cuarto está trabajando desde hace más de 10 años con indicadores biológicos. Por un lado, se desarrollan indicadores de alta sensibilidad a los manejos, aun que no sean de fácil medición y requieran de la participación de expertos. Por otro lado se trabaja con parámetros de fácil medición, que puedan ser incluidos en sets junto con indicadores físicos y químicos y puedan ser usados por los manejadores. Hasta el momento se han desarrollado y probado a campo una serie de parámetros biológicos que permiten establecer diferencias claras entre suelos con distinto grado de degradación. Se obtuvieron parámetros que evidencian un cambio producto de la modificación del manejo del suelo, constituyendo herramientas útiles para monitorear la calidad del suelo en el tiempo. Estos resultados son importantes dado que existen escasas investigaciones que hayan desarrollado bioindicadores de este tipo y luego hayan sido probados a campo en distintas situaciones de manejo.