El bien escaso de la atención

RUBÉN PERETÓ RIVAS

Buenos Aires

Jornada; XIII Jornadas Nacionales de Filosofía Medieval; 2018

Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires

Partimos de la constatación del hecho que vivimos en una sociedad en la que muchos de sus miembros padecen algún tipo de desorden psicológico que, sin ser necesariamente grave, provoca molestias y malestares que, con el paso del tiempo, pueden agravarse. Me refiero, por ejemplo, a los trastornos de ansiedad generalizada o a los trastornos depresivos. Más allá de las terapias químicas que en muchos casos son imprescindibles, encontramos que también gozan de amplia vigencia y aceptación aquellas otras que se enfocan en lograr que la atención de las personas se concentre en la realidad del momento, o que sean plenamente conscientes de la realidad. De ese modo, los pensamientos y fantasías dañinas que lo habitan pueden ser aplacados o erradicados. Particularmente vigente y con resultados científicos comprobados, aparece el mindfulness, una técnica de meditación que hunde sus raíces en el budismo. Frente a esta situación, la pregunta que nos planteamos en nuestra investigación es si la tradición cristiana manifestada en los escritos de los Padres de la Iglesia y de los autores medievales, no poseen también algún tiempo ?propuesta terapéutica? en este mismo sentido, es decir, la valorización de la atención plena a lo real como modo de anclaje en el momento presente y consecuente superación de la alienación producida por los pensamientos. En este trabajo quisiera presentar rápidamente el fenómeno o, si quiere, el estado de la cuestión que origina nuestra pregunta, es decir, la dispersión de la atención en el mundo contemporáneo -o atención secuestrada-, y plantear apenas algunas pocas claves que sugieren la respuesta patrística y medieval a la situación.