INVESTIGADORES
MEHL Adriana Ester
congresos y reuniones científicas
Título:
Evolución geomorf. holocena de la cca. media del Río Atuel, Mendoza, Argentina
Autor/es:
ZÁRATE, MARCELO A.; MEHL, A. E
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
En el piedemonte oriental del bloque de San Rafael, las cuencas de los ríos Atuel y Diamante han sido objeto de estudios geológicos y geomorfológicos regionales (González Díaz, 1972) a partir de los cuales, las sucesiones sedimentarias aluviales holocenas aflorantes en las barrancas de estos cursos, y de algunos de sus tributarios, se agruparon en dos unidades litoestratigráficas denominadas Fm. Río Atuel y Fm. Río Seco de la Hedionda (González Díaz, 1972). Ambas formaciones fueron se correlacionaron con el sector cúspidal de la Fm. La Estacada, unidad propuesta por Polanski (1963) para el esquema estratigráfico del área del Valle de Uco. Durante los últimos 5 años se han efectuado estudios estratigráficos, sedimentológicos y geomorfológicos en el área, con la finalidad de contribuir al conocimiento de la evolución paleoambiental y paleoclimática del sector durante el Cuaternario tardío. Las investigaciones se focalizaron en el área de La Guevarina (34º44'20''S y 68º02'27''O), donde aflora la sección tipo de la Fm. Río Atuel (González Díaz, 1972), en cercanías de la localidad Villa Atuel y 60 km al este de San Rafael; observaciones y descripciones complementarias se realizaron en secciones ubicadas aguas abajo de la localidad mencionada. Los resultados obtenidos en el ámbito de la cuenca del río Atuel permitieron identificar la existencia de tres unidades geomorfológicas, una planicie superior (A), terraza intermedia (B) y la planicie de inundación actual (C) correspondientes a sendos ciclos de agradación fluvial. La de mayor antigüedad relativa (A), con alturas topográficas de circa de 545 msnm y una potencia de alrededor de 20 m, está compuesta por una sucesión alternante de estratos tabulares horizontales, en general macizos y de espesores variables, conformados por sedimentos areno-limosos y limos arenosos-arcillo limosos. La base de la sucesión no está expuesta. Esta unidad cuya superficie está actualmente muy modificada por actividades agrícolas es la de mayor extensión areal identificada en el área. De la misma se han obtenido tres edades radiocarbónicas; en el sector basal de los depósitos (nivel de materia orgánica), 9.140 +/- 40 años 14C AP (10.180-10.300 años cal. AP); en el sector medio (moluscos dulceacuícolas), 8.416 +/- 86 años 14C AP. 9.128-9.528 años cal. AP (Guerci, 2009 en Zárate et al., en prensa); en el sector superior, a unos 3 metros de la superficie, 6.393 +/- 62 años 14C AP (7.156-7.425 años cal. AP procedente de los 5 cm superiores (materia orgánica) de un nivel de suelo enterrado. Las edades numéricas obtenidas señalan que la sección más inferior de la sucesión se inició con anterioridad a los 10.000 años 14C AP; el proceso de agradación continuó hasta el Holoceno medio-tardío cuando fue interrumpido por el inicio de un episodio de degradación. La terraza intermedia es una terraza de relleno (fill terrace) de extensión areal reducida, con una altura relativa 5 metros inferior a la planicie superior. Aflora saltuariamente en ambas márgenes del curso del río Atuel; está compuesta por una sucesión de unos 12 metros de espesor, de los cuales sólo la parte superior no está cubierta por derrubios. Dominan estratos horizontales y macizos de sedimentos areno limosos, algunos de ellos con gravillas en la base, y limos arenosos que rematan en general en delgadas capas de sedimentos limo arcillosos y arcillo limosos. El sector cuspidal de la unidad está cubierto por un manto de arenas finas limosas friables. La edad radiocarbónica obtenida en el sector superior de la unidad, a partir de la materia orgánica contenida en un nivel sedimentario, es de 896 +/- 36 años 14C AP (682-804 años cal. AP). Esta edad, junto con el acotamiento temporal de la planicie superior permite inferir que el proceso de agradación continuó hasta el Holoceno tardío-tardío. La planicie de inundación actual del río Atuel está ubicada 6 metros por debajo de la superficie de la terraza de relleno intermedia y exhibe unos 3 metros de potencia. Está conformada, de base a techo, por estratos horizontales y continuos de limos macizos sobre los cuales apoyan gravas gruesas con escasa matriz. Hacia arriba remata en un estrato de arenas finas a arenas limosas laminadas; fue datado en 400 +/- 200 años AP a partir de granos de cuarzo por el método de luminiscencia ópticamente estimulada -OSL-. El acotamiento cronológico sugiere entonces que la planicie de inundación actual del río Atuel es un rasgo geomorfológico muy reciente. Desde un punto de vista litofacial los depósitos se agrupan dominantemente en la litofacies Sm (arenas limosas a limos arenosas, estratos horizontales y macizos -en algunas ocasiones con estratificación horizontal grosera- y continuos lateralmente) y la litofacies Lm (limos, estratos horizontales y continuos lateralmente, macizos o con estratificación horizontal grosera). Se describen también las litofacies Fm (limos y/o arcillas, estratos macizos) y la litofacies Fsm (limos y/o arcillas, estratos con laminación horizontal), en algunos casos interestratificadas. En general, el arreglo litofacial genera paquetes granodecrecientes (de abajo hacia arriba: Sm, Lm y Fm). La planicie superior se caracteriza además por la existencia de niveles delgados con materia orgánica, incluidos en la litofacies C, así como por la presencia de ceniza volcánica (litofacies Tl) y yeso (litofacies Ev). Los niveles con rasgos de desarrollo pedogenético se incluyen en la litofacies Pa. La litofacies Sme, reúne los depósitos eólicos mantiformes que cubren la planicie superior. La evolución geomorfológica holocena del río Atuel es similar y correlacionable con la inferida para varios cursos tributarios del río Tunuyán en la zona del valle de Uco, unos 150 km al norte del área de estudio. La regionalidad que manifiestan los procesos geomorfológico-sedimentológicos permite proponer la acción del clima como factor de control de los ciclos de agradación-degradación fluvial durante el lapso considerado.