Las escuelas alemanas en el exterior. Reflexiones respecto del caso argentino

MAYER LILIANA

Berlin

Conferencia; Coloquio para Doctorandos- LAI; 2014

Latain Amerika Institute

En Argentina, un Estado Nación en dónde la escuela formó el engranaje fundamental de la construcción del ciudadano y de la armonización de subjetividades (Tiramonti, 2008; Noel, 2007; Mayer, 2012 y 2014; Mayer y Schenquer, 2014), y dónde la escuela fue el principal dispositivo para armonizar las subjetividades (Mayer, 2010) y dónde la rutina escolar comienza con el izamiento de la bandera nacional y termina con su arrió, llama la atención que cerca de 18 mil niños y adolescentes comiencen y terminen sus rutinas izando y arriando la bandera de otro país: Alemania. Mientras hasta la década de los setenta podría decirse que las escuelas ?binacionales? aglutinaban a hijos de inmigrantes alemanes en el país, que si bien deseaban que sus hijos se integren a la sociedad hospedante (hostland) lo hagan recuperando el acervo cultural del país de origen (homeland) de sus familias, generando circuitos de ?integración diferenciada? (Mayer y Schenquer, 2014; Mayer, 2014), en el que los alumnos obtenían capitales extras a los establecidos por el curriculum oficial. El mayor margen de libertad del que gozaban ?y continúan gozando las escuelas privadas en Argentina (Morduchowicz, 2001) posibilitaba ?y posibilita- esta disparidad de enseñanzas y permitía a las escuelas alemanas cumplir con los objetivos pedagógicos establecidos: dotar a los futuros ciudadanos de los conocimientos necesarios para desenvolverse en la sociedad nacional argentina, al tiempo que vincularlos a través del lenguaje, la cultura y la historia ?entre otros- a las raíces familiares