Desarrollos e Investigaciones Científico-Tecnológicas en Ingeniería

R. C. PÉREZ, H. H. MARTÍNEZ Y R. CALÍGULI

Caracterización de las celdas graniceras que producen daño severo en la Provincia de Mendoza utilizando mediciones del radar meteorológico de banda C

Zeta Editores

Lugar: Mendoza; Año: 2005; p. 137 - 142

El estudio y análisis de las celdas potencialmente graniceras en la provincia de Mendoza (Argentina) realizadas a lo largo de cinco temporadas de operaciones de siembra con Ioduro de Plata con aviones (1999-2004) en la provincia de Mendoza, han permitido obtener interesantes conclusiones en varias áreas del conocimiento sobre las tormentas graniceras de esta región. La principal fuente de datos de este trabajo están conformadas por las mediciones efectuadas por un radar meteorológico de banda C y su sistema asociado TITAN. Los resultados  muestran que un valor aproximado a 2000 Km3 para el volumen de la región de 40 Dbz. del radar de banda C calculado por su sistema TITAN, representa un umbral para la eficiencia el método de siembra de nubes graniceras con aviones en la provincia de Mendoza y para el daño esperado en la superficie. Las observaciones muestran que celdas graniceras que superaron ese umbral siempre produjeron granizo grande sobre las superficies cultivadas, en cambio, cuando el volumen de las celdas sembradas fue inferior a este valor umbral, la eficiencia de la metodología  de siembra con aviones fue muy alta. Afortunadamente la frecuencia anual de aparición de este tipo de tormentas graniceras es baja, presentando un promedio de dos tormentas de estas características por año en los oasis cultivados de Mendoza. En el oasis Centro no se presentaron estas celdas durante los cinco años de estudios, mientras que en los oasis Norte y Sur la distribución de apariciones de este tipo de celdas fue semejante. Las celdas de volúmenes de la zona de 40 Dbz mayor a 2000 Km3 fueron las responsables de aproximadamente el 80 % de los daños en los cultivos en  las temporadas en que estuvieron presente. El tamaño máximo del granizo caído fue siempre superior a los 2 cm. de diámetro.