INVESTIGADORES
MARO guadalupe
congresos y reuniones científicas
Título:
EL VULCANISMO DE LA ALTA SIERRA DE SOMÚN CURÁ: EL CERRO CORONA, PROVINCIA DE RÍO NEGRO, ARGENTINA
Autor/es:
MARO, GUADALUPE; REMESAL, MARCELA B.
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011
Resumen:
La Alta Sierra de Somún Curá, ubicada en la provincia de Río Negro, es el más joven y oriental de los complejos volcánicos terciarios que constituyen el magmatismo post-meseta en el ambiente Meseta de Somún Curá, en la Patagonia extrandina. En ella se desarrolla un conjunto variado de centros eruptivos entre los cuales se encuentra el cerro Corona, el cual representa la máxima elevación de la meseta con sus 1.940 metros sobre el nivel del mar. El cerro Corona, localizado en el área comprendida entre los 41°29’ S y 41°27’S de latitud sur y los 66°52’O y 66°57’O de longitud oeste es interpretado como un volcán en escudo construido fundamentalmente por lavas básicas a mesosilícicas. Lavas más diferenciadas, potentes y viscosas se emplazan en sus flancos asociadas a y subyacidas por depósitos piroclásticos traquíticos y traquiandesíticos. Su cráter está sellado por una cúpula dómica también de composición mesosilícica, datada en 11 ± 2 Ma (Linares, 1979), y a la que el cerro debe su nombre. La división estratigráfica propuesta por Franchi et al. (2001) incluye al cerro Corona en el denominado Complejo Volcánico Alta Sierra, y separa como una unidad diferente (Vulcanitas Corona Chico) a los basaltos periféricos. Sin embargo, en el área de estudio, las litologías de ambas unidades presentan semejanzas petrológicas que indicarían afinidades genéticas. Los basaltos, traquibasaltos y traquiandesitas basálticas, propios del Complejo Volcánico Alta Sierra y de las Vulcanitas Corona Chico, son rocas afaníticas cuyas pastas exhiben dominantemente textura intergranular. Se encuentran conformadas por cristales de olivina, clinopiroxeno, titanomagnetita, plagioclasa, y, ocasionalmente, ortopiroxeno. Las rocas traquíticas y traquiandesíticas, tanto si se trata de los flujos lávicos como de los depósitos piroclásticos, contienen cristales de feldespato alcalino, clinopiroxeno, plagioclasa, olivina, titanomagnetita, biotita, apatita y anfíbol. Las lavas son porfíricas y muestran pastas de texturas traquíticas, bostoníticas a seriadas. Es relevante la presencia de texturas de desequilibrio prácticamente en la totalidad de los fenocristales que las constituyen (reabsorción, texturas rapakivi, antirapakivi, y rapakivi-antirapakivi, zonación, y coronas de reacción). Por el contrario, a excepción de los cristaloclastos de feldespato, las piroclastitas no tienen características de inestabilidad o desequilibrio. La distribución de las composiciones de las rocas en los diagramas geoquímicos pone de manifiesto un salto composicional (52-58% SiO2) y filiación alcalina, con patrones típicos de secuencias de intraplaca. Las tendencias que se observan en los diagramas de variación de elementos mayoritarios y trazas, utilizando como índices de diferenciación a la SiO2 y al Zr sugieren el fraccionamiento de fases mineralógicas presentes como fenocristales, que contribuyeron a la evolución de los líquidos. Los basaltos del cerro Corona tienen bajos contenidos en MgO y Ni y contenidos relativamente altos en SiO2 con lo cual no pueden ser considerados provenientes de líquidos en equilibrio con una fuente mantélica. A causa de la ausencia de quiebres en las pendientes que definen el enriquecimiento en Al2O3 y el empobrecimiento en CaO, a la presencia de anomalías positivas en Ba y Sr en las rocas máficas, y a la ausencia de anomalías negativas del Eu, se considera que este proceso de diferenciación habría estado dominado por el fraccionamiento de clinopiroxeno, mientras que la cristalización de feldespato habría estado limitada a una etapa tardía de la evolución (p.e. Barbieri et al., 1971, Camp et al., 1992). Sus interrelaciones CaO/Al2O3-MgO-Al2O3 también parecen indicar el fraccionamiento de clinopiroxeno ± olivina durante su diferenciación. Por otro lado, la ubicuidad de las texturas de desequilibrio en los fenocristales de las traquitas y traquiandesitas parece indicar que la cristalización fraccionada no es el único proceso petrogenético que debe considerarse en la génesis de las lavas que constituyen el Complejo Volcánico Alta Sierra. Procesos de mezcla podrían haber tenido influencia en la diferenciación. La presencia del salto composicional podría apoyar la ocurrencia de una cámara zonada donde la diferenciación se habría generado rápidamente dando lugar a la creación de un fundido máfico asentado en el sector inferior de la cámara, y otro más diferenciado, en el sector superior. De esta manera, sus diferentes temperaturas habrían generado convección y, en consecuencia, mezcla entre ambas porciones del magma. La presencia de lavas de composición traquítica intercaladas en los eventos basálticos, también podría estar reflejando la presencia de una cámara magmática estratificada composicionalmente donde la coexistencia entre los extremos composicionales podría haber sido consecuencia de inyecciones de nuevos ingresos de magmas a la misma. En conclusión, las efusiones en el cerro Corona parecen ser el resultado de la evolución por cristalización fraccionada de líquidos magmáticos en un sistema abierto y dinámico que dio lugar a la influencia de procesos de mezcla que modificaron la geoquímica original. Por último, relaciones como Ba/Nb y La/Nb (Franz et al., 1999, Furman et al., 2006) señalarían un manto enriquecido (EM) como fuente más probable.