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Desde hace varios años, existe una clara tendencia en el mundo a disminuir el uso de fungicidas para el control de las principales enfermedades de postcosecha en pera, Moho azul (Penicillium expansum) y Moho gris (Botrytis cinerea). En nuestra región, preocupa tanto el aumento de cepas de patógenos resistentes a fungicidas, como los límites máximos de residuos permitidos. El control biológico es una herramienta promisoria, alternativa a los fungicidas y factible de ser incorporada en producción orgánica e integrada. En el 2007, investigadores del CONICET y la Universidad Nacional del Comahue iniciaron una línea de investigación de control biológico con levaduras como agentes de control biológico en la zona del Alto Valle de Río Negro y Neuquén. Se planteó que: levaduras nativas aisladas de fruta de pera sana al final de la conservación a 0/-1˚C, serían potenciales antagonistas frente a aislados de patógenos regionales, como P. expansum y B. cinerea. Se obtuvieron 23 aislamientos de patógenos de peras con síntomas de moho gris y moho azul, procedentes de una cámara de frío con manejo convencional, se identificaron y caracterizaron por resistencia a fungicidas y virulencia. Se observó que existen aislamientos de P. expansum resistentes a TBZ y sensibles a bajas dosis de captan; en cambio todos los aislamientos B. cinerea fueron sensible a bajas dosis de TBZ y de captan. De superficie de pera de dos cámaras frigoríficas (convencional y transición a orgánico), después de 7 meses de conservación, se obtuvieron 75 aislamientos e identificaron 7 especies de levaduras. Un representante de cada una de estas especies, otras levaduras regionales y una levadura comercial, se caracterizaron por su capacidad de crecer en frío y por la producción de toxinas killer. Se cuenta con un alto número de aislamientos de las levaduras nativas de pera para ser evaluadas como potenciales antagonistas de patógenos de postcosecha frente a los patógenos regionales.

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