Nuevos hallazgos fósiles en los estratos El Mono-La Coipa (Triásico Superior) en la localidad de Quebrada La Pelada, Región de Atacama, Chile

AGUILAR, MAITE; MORALES, DANIELA; VOLOSKY, DIEGO; MOISSAN, PHILIPPE; LARA, MARIA BELÉN

San Vicente de Tagua Tagua

Congreso; II Congreso de Paleontología Chilena; 2022

Asociación Chilena de Paleontología (AChP)

El Triásico continental en Chile se encuentra representado en diversas regiones del país, con un contenido paleontológico que históricamente ha tenido estudios enfocados mayoritariamente en su flora, sin mayor detalle para gran parte de las faunas asociadas. La unidad triásica Estratos El Mono-La Coipa se expone ampliamente en la Precordillera de Atacama, con diversos afloramientos de alta riqueza fosilífera. Expediciones recientes en la localidad de Quebrada La Pelada (26°56’12’’S; 69°17’19’’W) han descubierto una gran diversidad fosilífera. Entre los principales hallazgos se incluyen restos vegetales, bivalvos de agua dulce, conchostracos, ostrácodos y restos de peces óseos, así como los primeros registros de insectos fósiles en el norte de Chile. Sedimentológicamente, la sucesión se encuentra representada principalmente por (1) facies de lutitas laminadas, (2) facies de lutitas masivas, intercaladas con areniscas finas de bases erosivas, y (3) facies de areniscas medias a conglomerádicas, con intraclastos de lutitas. Los rasgos florísticos, faunales y sedimentológicos evidencian características típicas de un ambiente fluvio-lacustre, dominado por una flora gondwánica e invertebrados de agua dulce. Preliminarmente se infiere que la sedimentación habría ocurrido en cuerpos de agua efímeros, posiblemente asociados a llanuras de inundación en un sistema fluvio-lacustre con influencia de canales distributarios. Asociaciones similares han sido registrados en sucesiones triásicas sudamericanas, particularmente en Argentina, así como en otras regiones del mundo (e. g. China, Kirguistán, Sudáfrica). Algunos de los organismos encontrados, incluyendo conchostracos, ostrácodos e insectos blátidos poseen un amplio potencial como indicadores bioestratigráficos. Estos hallazgos amplían el conocimiento de los ecosistemas continentales triásicos de Chile, aportando nuevos antecedentes, que podrán ser utilizados como herramientas de reconstrucción paleoambiental y correlaciones bioestratigráficas interregionales.